Con lo que ocurre en el PT, aliado indiscutible de Morena, ya no se sabe si reír, llorar o aterrarse.

Tras las elecciones del año pasado, el PT nombró, casi de la nada, como su dirigente en Othón P. Blanco, al polémico empresario Sergio Zapata Vales, que quiere una concesión de agua potable para la capital del estado.

En esas elecciones, irrumpió el camaleónico Nivardo Mena, como referente del PT en la entidad, al convertirse en el primer alcalde de ese partido en Quintana Roo Roo, tras ganar la presidencia municipal de Lázaro Cárdenas.

Nivardo Mena, que ha roto y regresado con el líder moral del PT, Hernán Villatoro, estuvo  cerca de Roberto Borge, sobre todo en el caso del grupo de ejidatarios y trabajadores detenidos bajo cargos de talar el manglar en Holbox, pero también se ha dejado querer por Carlos Joaquín.

Otra sorpresa fue que, en la de por sí asombrosa alianza Morena-PVEM-PT, a los petistas les hayan tocado tres distritos, cuando hace dos años y medio, perdieron su registro estatal.

Por si faltara algo más, empieza a sonar como posible, muy posible, candidato del PT a diputado local, Manuel Valencia Cardín, ex secretario particular del ex gobernador Roberto Borge.

Y lo más sorprendente es quien es su ‘impulsor’: sería ¡¡Nivardo Mena!!

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