Tremendas casualidades: Roberto Borge se declara preso político para acogerse a la amnistía que dará el presidente Andrés Manuel López Obrador a presos políticos y el regidor Manuel Valencia, ex secretario particular del ex mandatario de Quintana Roo, está haciendo su luchita para ser candidato a diputado local por el PT, aliado de Morena.
Se podría decir que, en su etapa de dirigente, aspirante, precandidato y candidato, López Obrador no tuvo problemas con los abusos de Roberto Borge.
Lo más notable es que ignoró olímpicamente las arbitrarias detenciones de mayas que protestaron en Felipe Carrillo Puerto por el aumento de las tarifas del agua. Los líderes del movimiento, Alfredo Esquivel y Cab y Teresita Brito Piña, que era tesorera del comité municipal de Morena fueron acusados de sabotaje.
La ‘máxima’ critica de AMLO a ‘Beto’ Borge fue que su familia era igual a la familia Joaquín por el negocio de las navieras. El actual Presidente tuvo ‘pico de cera’ a temas como la persecución a periodistas y disidentes, la corrupción y las ‘elecciones de estado’.
Los enterados señalan que en las ‘ausencias’ de Borge, el gobierno lo llevaban Manuel Valencia y el secretario de Gobierno, Gabriel Mendicuti. Eran como los gobernadores ‘encargados’ y con enorme poder.
Casualidades. Hoy Borge quiere ser preso político de AMLO y Valencia diputado por la alianza ‘lopezobradorista’.
Diría un clásico: “en política no hay casualidades”.