Por Rafael Briceño

CHETUMAL, MX.- Irregularidades que van desde el autogobierno, la falta de atención médica para los internos, deficiencia en las instalaciones, hasta la existencia de celdas VIP -que cuentan con televisiones de plasma, reproductores de vídeo y frigobar y, en algunas, hasta vídeo juegos- es lo que detectó la Consejería Jurídica del Gobierno del Estado al efectuar un proceso de revisión en los centros penitenciarios de Quintana Roo, al atender la recomendación 03/2017.

De acuerdo con el informe presentado por Erick Miravete Granja, director de área de la Consejería Jurídica, a la titular de la dependencia, Lili Campos Miranda y Antonio Villalobos Carrillo, en atención a la recomendación del Mecanismo Nacional de Prevención de la Tortura, por la recomendación M-03/2016 sobre los centros de reclusión que dependen del Gobierno del Estado.

La recomendación de integrar equipos de trabajo para atender la recomendación M/03 que establece la detección de 17 violaciones por parte de la Fiscalía General del Estado, cuatro de los centros de reclusión en Benito Juárez, Chetumal y Cozumel y cuatro por parte de la Casa Hogar (menores, abuelitos, ciudad de los niños y menores en conflicto con la ley).

De acuerdo con el documento, en materia de derecho a recibir un trato humano y digno se detectaron deficiencias en las condiciones de las instalaciones, ausencia de alimentación, existencia de sobrepoblación y hacinamiento, deficiencia en las instalaciones para alojar a las mujeres detenidas.

En cuanto al derecho a la legalidad y seguridad jurídica, se detectó la existencia de internos con funciones de autoridad, cobros y privilegios; inexistencia de derecho a la defensa, deficiencias en la comunicación con personas del exterior, deficiencias en el registro de las personas privadas de la libertad, deficiencias en la separación y clasificación de las personas privadas de la libertad, deficiencias en la imposición de sanciones administrativas, deficiencias en la denuncia sobre actos de tortura o maltrato y la inexistencia de reglamentos y manuales de procedimientos.

En cuando al derecho a la protección a la salud, se detectaron insuficiencia de personal médico, deficiencias en la prestación del servicio, equipo y abasto de medicamentos; práctica de exámenes médicos a los detenidos sin condiciones de privacidad. En cuanto al derecho a la integridad personal, se detectaron insuficiente personal de seguridad y custodia, falta de capacitación a servidores públicos adscritos a los lugares de detención en materia de prevención de la tortura, inexistencia de programas para prevenir y atender situaciones de emergencia o eventos violentos en los lugares de detención, falta de supervisión de los lugares de detención y obstrucción de la visibilidad al interior de las celdas.

En materia de derechos humanos de grupos en situación de vulnerabilidad, el informe reporta una deficiente atención a personas con discapacidad psicosocial y la inexistencia de programas contra las adicciones.

El informe consiste en 54 páginas y reporta que en materia de instalaciones, las agencias del ministerio público número 11 en Benito Juárez, la de Kantunilkín, la Fiscalía Especializada en Investigación de Delitos contra la Salud en su modalidad de narcomenudeo en Chetumal, la unidad de tránsito y la unidad del ministerio público en Playa del Carmen, se encuentran en malas condiciones, carecen de planchas para dormir y sin servicios sanitarios.

La cárcel de Cancún, en términos generales, se encuentra en malas condiciones de mantenimiento e higiene y existe fauna nociva (cucarachas y ratas), el área de ingreso carece de planchas para dormir, lavabo y depósito de agua en los inodoros; sólo cuenta con dos regaderas, las cuales resultan insuficientes para la cantidad de población que aloja, en el área varonil, el 50 por ciento de los internos carece de colchonetas; los inodoros no cuentan con depósito de agua; la mayoría de los lavabos y regaderas no funcionan adecuadamente, la ventilación natural y la iluminación artificial son deficientes en algunos dormitorios, observaron conexiones eléctricas improvisadas lo que genera riesgo de incendio, en el área femenil, los inodoros no cuentan con depósito de agua, el área de locutorios se encuentra en malas condiciones de mantenimiento e higiene, la cocina se encuentra en malas condiciones de mantenimiento e higiene, las ollas y utensilios para la elaboración de la comida se encuentran en mal estado. Mismas condiciones en el Centro de Reinserción Social de Chetumal y Cozumel.

Al momento de la inspección, la cárcel de Cancún registraba una sobrepoblación del 72.32 por ciento, ya que tiene mil 968 personas privadas de su libertad cuando la capacidad es de mil 142 y se refleja en particular en los dormitorios A,B,C,D,F,E,G,K y S; el Cereso de Chetumal tiene mil 142 internos y, aunque no rebasa la capacidad que es de mil 254, las galeras 2,9,10 Almoloya, la isla y la del fuero común del área femenil rebasan la capacidad; la de Cozumel registra una sobrepoblación de 46.75 por ciento con 113 internos y una capacidad de 77.

En el reporte, el personal de la consejería jurídica del Gobierno del Estado reporta que en la cárcel de Cancún se detectó que en el dormitorio “G”, se observaron celdas con acabados en madera, televisiones de plasma, reproductores de vídeo y frigo bar y en algunas estancias se observaron videojuegos (X-Box). En cada dormitorio existe un recluso denominado “vocero”, quien ejerce control sobre sus compañeros; también hay internos que controlan las áreas de ingreso y visita íntima, así como las llaves de acceso a diversas áreas. Durante el recorrido por el centro los visitadores fueron acompañados por internos quienes señalaron la existencia de cobros de parte de un grupo de reclusos por el uso y mantenimiento de las estancias de visita íntima, así como por permitirles instalar una tienda u otra clase de “negocio” en el centro.

En la Cereso de Chetumal, en cada dormitorio hay un representante denominado “Cabo”, quien se encarga de organizar las actividades recreativas, productivas y deportivas, además de apoyar al personal de seguridad para presentar a los internos que cometen una infracción disciplinaria. En las galeras, patios centrales y área de visita íntima, existen tiendas controladas por internos, y el abasto de los productos que venden se realiza por proveedores externos. Internos entrevistados señalaron la existencia de cobros por asignación de estancia, alimentos, protección, no realizar tareas de limpieza y disminuir la duración de las sanciones disciplinarias.

En la cárcel de Cozumel en cada dormitorio hay un interno denominado “representante” que se encarga de organizar las actividades recreativas, productivas y deportivas, así como de apoyar al personal de seguridad para presentar a los internos que cometen una infracción disciplinaria, incluso, algunos reclusos señalaron que en ocasiones imponen la sanción. Internos entrevistados señalaron la existencia de cobros por asignación de estancia, alimentos y protección.

En las agencias de los ministerios públicos no se cuenta con defensores públicos y en otros casos no acuden en forma regular para dar a conocer la situación jurídica de los detenidos o resultan insuficientes para la población interna y tampoco se cuenta con un reglamento interno ni manual de procedimientos al igual que las cárceles de Cancún, Chetumal y Cozumel, los centros de atención para adolescentes y las casas hogar.

Las cárceles no cuentan con programas para prevenir o enfrentar situaciones de emergencia o eventos violentos. (Noticaribe)

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