CIUDAD DE MÉXICO.- El Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) nombró como subdirectora en la secretaría ejecutiva de la Comisión Intersecretarial de Bioseguridad de los Organismos Genéticamente Modificados (Cibiogem) a Edith Arrieta Meza, cuyo nivel máximo de estudios es una licenciatura en diseño de modas, la cual cursó en la U. Jannette Klein, donde obtuvo una constancia por sus estudios. La institución se promociona como una de las “mejores universidades de moda del mundo”, informó La Jornada.
Este sería el segundo nombramiento en el Consejo que ha generado polémica entre la comunidad científica, luego que se diera a conocer la contratación de David Alexir Ledesma, como subdirector de la Coordinación de Comunicación de la dependencia federal, pese a que no ha concluido sus estudios de licenciatura Comunicación en la Universidad Nacional Autónoma de México, y quien colaboró tanto con la diputado Dolores Padierna, como con el candidato al Sistema Público de Radio y Televisión, Jenaro Villamil.
En el caso de Arrieta Meza, en su declaración en el portal de Declaranet, de la Secretaría de la Función Pública, sólo reportó como experiencia laboral el desempeñarse como Jefa de Unidad Departamental B en la entonces delegación Tlalpan, cuando su titular, la actual jefa de gobierno de Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, con quien laboró de 2015 a 2018.
Según la declaración la funcionaria es subdirectora del Conacyt, adscrita a la secretaría ejecutiva de la Cibiogem, cuyas funciones incluyen formular y coordinar las políticas nacionales de bioseguridad de los organismos genéticamente modificados, y proponer a las secretarías de Estado que la integran la incorporación de dichas políticas en los programas sectoriales.
El documento establece que la clave presupuestal asignada a Arrieta Meza es la N31, cuyo ingreso corresponde a un subdirector de área, con una contratación de un puesto de confianza. El salario asignado a este cargo es de 41 mil 895 pesos en percepciones brutas, y un total de 31 mil 438 si se consideran las percepciones netas.
La funcionaria no aceptó hacer públicos sus datos patrimoniales, así como su declaración de posible de interés, con la leyenda “no estoy de acuerdo en hacer publicó mi posible conflicto de interés”. En la declaración se establece que la información contenida en la misma fue capturada directamente por la servidora pública. (Fuente: La Jornada)
