TABASCO, MX.- Los eventos del presidente Andrés Manuel López Obrador se convirtieron en sermones. Las referencias bíblicas saturaron los discursos que ofreció ayer viernes ante miles de personas de Tabasco y Chiapas, publicó El Heraldo de México.
“Mientras el creador me dé vida o lo permita la ciencia, como quiera verse, voy a trabajar todo el tiempo en favor del pueblo”, dijo al iniciar su discurso en Macuspana, Tabasco, su tierra natal.
Durante el evento, que por momentos asemejaba a una homilía, dedicó varios minutos a enseñar a sus seguidores diversos valores “morales y espirituales” que, según dijo, son parte de la cuarta transformación del país.
“La felicidad es estar bien con uno mismo; estar bien con nuestra conciencia, y estar bien con el prójimo, esa es la verdadera felicidad”, expresó minutos después de haber sido “bendecido” por un hombre, en el aeropuerto de Villahermosa, que utilizó un un aceite supuestamente traído desde Israel.
Incluso, durante su segundo evento, en Salto de Agua, Chiapas, el presidente reconoció que un día antes recibió en su oficina en Palacio Nacional a representantes de la comunidad evangélica nacional.
“Tengo constantemente reuniones con sacerdotes, obispos de la Iglesia Católica, y de otras religiones. Y también tengo comunicación con libres pensadores. Nosotros somos respetuosos de la libertad de creencia”, agregó frente a un mar de personas que lo miraban y escuchaban atentas.
No es la primera vez que ocurre algo similar. El año pasado, en un acto de campaña como candidato, en Nuevo Laredo, se confesó cristiano y seguidor de Jesucristo, aunque también ha reconocido su admiración por el expresidente Benito Juárez, quien separó la Iglesia del Estado.
De hecho, el exlíder de Morena lo reconoció la noche del viernes. “A Dios lo que es de Dios y al César lo que es del César”, dijo. (Fuente: El Heraldo de México)