CIUDAD DE MÉXICO, MX.- El excandidato presidencial del PRI, José Antonio Meade Kuribreña, se integrará el comité de normatividad y gobierno corporativo del Consejo de Administración de HSBC Holdings. El excanciller asumirá el cargo a partir de marzo próximo, por un periodo de tres años, publicó Proceso.
En un comunicado que envió a la Securities and Exchange Commission (SEC), el banco destacó que el extitular de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) tiene una amplia experiencia en administración pública, banca y política financiera, por lo que es la persona idónea para ocupar el puesto.
Meade “trae consigo una gran cantidad de experiencia adquirida en varias áreas clave de políticas, y su experiencia y conocimiento de América Latina será de gran importancia para HSBC, dada la importancia que otorgamos a la región. Vale la pena destacar especialmente la importancia que México tiene para HSBC como uno de nuestros mercados de escala”, puntualizó el presidente del Grupo HSBC, Mark Tucker.
El excandidato presidencial tiene experiencia dentro del sector financiero público del país, dado que fungió como secretario adjunto en el Instituto para la Protección del Ahorro Bancario (IPAB). En la administración de Felipe Calderón se desempeñó como subsecretario de ingresos de la SHCP y luego como subsecretario de Hacienda bajo el mando de Agustín Carstens Carstens.
En 2011 ocupó la primera secretaría de Estado (Energía) al sustituir a Georgina Kessel, y nueve meses después desfiló como secretario de Hacienda.
Con la llegada de Enrique Peña Nieto, Meade dejó el cargo de secretario de Hacienda a Luis Videgaray, pero le fue encomendada la titularidad de la Secretaría de Relaciones Exteriores, que dejó para quedarse al frente de Desarrollo Social (Sedesol), en sustitución de Rosario Robles. Posteriormente regresó a la SHCP, donde sustituyó a un desgastado Luis Videgaray.
En el último sexenio priista, Meade llegó a puestos clave para salvar la imagen de instituciones envueltas en escándalos, como ocurrió, por ejemplo, con la Sedesol, de donde se desviaron miles de millones de pesos durante la gestión de Rosario Robles.
Finalmente, Meade fue elegido por el Partido Revolucionario Institucional (PRI) como candidato presidencial, pese a las voces en contra. La idea de lanzar a un cuadro no priista tenía la intención de presentar ante los electores mexicanos una imagen “sin corrupción” y “limpia”. Tras las elecciones de junio pasado, el PRI cayó al tercer lugar.
Ahora, el excandidato priista llega al seno de una institución bancaria global en la que varias filiales se han visto envueltas en escándalos de lavado de dinero a nivel mundial, ante los bajos estándares de seguridad. (Fuente: Proceso)