Martha Martínez Franco, presidenta de la asociación civil Indígenas Migrantes de Quintana Roo.

CANCÚN, MX.- De acuerdo con la presidenta de la asociación civil Indígenas Migrantes de Quintana Roo, la migración masiva de indígenas continúa, principalmente a la entidad, provenientes de varios estados. Es una población que se topa con pésimas condiciones laborales, e incluso explotación sexual.

“Es una situación grave, que debiera atenderse desde los gobiernos de donde vienen. Pasa, sobre todo, con la gente de Chiapas, porque vienen sin estudios; mucha gente allá vende, hasta niños y mujeres y aquí vienen y hacen lo mismo; aunque muchas veces los inspectores les quitan su dinero; los persiguen como si fueran delincuentes”, externó en entrevista Martha Martínez Franco presidenta la Asociación.

Esta experiencia la ha vivido de cerca con muchos que han sido sus alumnos, quienes venden dulces y artesanías mientras siguen estudiando. Y es que comenta, la asociación a la que pertenece entendió que en la educación estaba la posibilidad de ayudar a estos migrantes.

“Nosotros tenemos 10 años ya trabajando en Cancún, principalmente en educación y cultura; estamos en un lugar donde viene gente principalmente de Chiapas, Veracruz, Tabasco, Acapulco; principalmente de esos destinos; llegan para mejorar su situación económica”, puntualizó.

Reconoce que muchos de estos migrantes llegan en una situación sumamente vulnerable, pues muchos no cuentan ni con documentos de identidad, tales como actas de nacimiento, CURP y también carecen de estudios.

Para apoyar a este sector vulnerable, la asociación se enfoca principalmente a ofrecerles educación, desde primaria, secundaria y ahora también preparatoria, e incluso los canalizan con otras instancias que les ofrecen otro tipo de servicios.

Explotación 

Acepta que es un tema que se toca poco, pero reconoce que se da la explotación laboral, o incluso sexual.

“Si te das cuenta, muchas veces piden ayuda para cocina o para servicio de casa, pero piden que sea de Chiapas específicamente, esto porque saben que no conocen sus derechos y van a aceptar horarios extenuantes, y no van a ganar suficiente; y serán explotados”, enunció.

La activista hace énfasis en la situación de las mujeres y los menores de edad, pues dice, como no trabajan, dependen por completo de lo que pueda conseguir el hombre.

“Es un poco más grave, por la situación en la que se encuentran; no trabajan y no estudian; pero una vez que acceden a la educación, puede empezar a cambiar su situación e incluso pueden dejar de ser víctimas”, aseguró.

Indica que pese a que la migración varía, sigue llegando mucha gente, y que su principal opción laboral es la albañilería (en zona hotelera, principalmente) para los hombres y el servicio doméstico para las mujeres.

De acuerdo a lo que conocen, es el hombre quien se mueve primero, y una vez que consigue trabajo manda a traer a la esposa y los hijos; “y cuando se acaba el trabajo, a regresarse todos”. Este es uno de los motivos que hace que la población del destino sea flotante, pues vienen por dos o tres meses, termina el trabajo, y tienen que esperar otros dos o tres meses más a que vuelva a surgir una obra. Y así sucesivamente.

Si bien no tienen cómo contabilizar el número de migrantes, sí pueden señalar que su matrícula ha subido, pues atienden hasta a 30 o 40 personas al día.

“Ya vienen de una migración y aquí viven otra, porque su punto de referencia es Cancún, pero van a Isla Mujeres o Playa del Carmen, a buscar trabajo donde haya”, comentó.

Concluye invitando a la gente que necesite apoyo a acudir a sus instalaciones de la Región 91 entre las rutas 4 y 5; aclara además que todas las gestiones y trabajo que realizan es con sus propios recursos pues no hay otra instancia que les apoye. (Noticaribe)

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