ITALIA.- Autoridades italianas investigan la muerte por presunto envenenamiento “por sustancias radioactivas” de la modelo marroquí Imane Fadil, pieza clave en el llamado “proceso Ruby”, que investiga al exprimer ministro de Italia, Silvio Berlusconi, por corrupción, publicó cronica.com.mx.
La Fiscalía de Milán indaga el caso como “homicidio voluntario”, ya que tras una serie de exámenes toxicológicos, se determinó que Fadil habría muerto por una “mezcla de sustancias radioactivas”, que habría ingerido con un coctel o con la comida.
Fadil, de 34 años, murió el 1 de marzo pasado, tras un mes de agonía en el hospital Humanitas de Rozzano, en Milán, a donde llegó en graves condiciones de salud ya que presentaba una disfunción de la médula ósea que había dejado de producir glóbulos rojos, blancos y plaquetas.
El periódico La Repubblica informó que la Fiscalía de Milán reveló que en los estudios realizados a Fadil, se encontró cobalto en la sangre.
La joven había dicho a su abogado y a su hermano que temía que la hubieran envenenado, y el fiscal Francesco Greco dijo que “también estamos trabajando en esta hipótesis”.
Las autoridades judiciales ordenaron una autopsia a la exmodelo de origen marroquí, y abrieron una investigación sobre el caso en el que citarán a varios testigos.
En 2011, Fadil asistió a unas ocho “cenas elegantes” a la Villa San Martino, en Arcore, Milán, una de las residencias de Berlusconi, y pronto se convirtió en la primera de las grandes acusadoras del exprimer ministro en el caso Ruby.
El proceso se dio luego que la también marroquí Karima El Mahroug, conocida como Ruby, entonces de 17 años, “falsamente negó haber tenido relaciones sexuales con Berlusconi, cuando era menor de edad”, a cambio de lo cual habría recibido sumas millonarias.
Sobre la muerte de Fadil, Berlusconi respondió a la prensa italiana que “lamento que alguien joven muera. Nunca conocí a esa persona y nunca hablé con ella”, aseveró.
Sin embargo, Emilio Fede, uno de los allegados al exprimer ministro y quien organizaba las cenas de Arcore, que luego derivaron en fiestas sexuales y fueron conocidas como “bunga, bunga”, aseguró conocerla.
“La conocía, la amaba. Era una buena chica con problemas económicos. Ella y su familia eran pobres. Un par de veces le pagué el taxi para que regresara a su casa, espero con todo mi corazón que la historia se aclare”, dijo. (Fuente: cronica.com.mx)