CHETUMAL, MX.- La falta de confianza de la población en sus sistemas de protección y justicia ha derivado en fenómenos para linchar a alguien. En una sociedad aquejada por la violencia, los linchamientos son actos catárticos que para los partícipes significan imponer el orden; sin embargo, lo irónico es que las personas que cometen el linchamiento rara vez son castigadas por la ley, así que solo se crea más injusticia y más inseguridad.

En ese contexto, habitantes de la comunidad de Subteniente López, en Othón P. Blanco se transformaron en una turba que intentó hacer justicia por su propia mano.

Ante la negativa de la población para entregar al presunto culpable, y el jaloneo de los policías, un elemento policiaco realizó una detonación, para calmar a los enardecidos vecinos de esta comunidad junto en la frontera con Belice, y así poder recatar al delincuente quien fue llevado a la Fiscalía General del Estado.

La trifulca siguió y en el Poblado Santa Elena, colindante con Subteniente López, un elemento de la policía recibió un balazo, mientras que otro parroquiano también resultó herido de bala. Ambos lesionados fueron llevados a Urgencias del Hospital del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales para los Trabajadores del Estado (Issste), para su atención médica. (Noticaribe)

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