Por Rafael Briceño
CHETUMAL, MX.- Emiliano Ramos Hernández, presidente de la Comisión de Hacienda en el Congreso local, afirma que el gobierno del Estado ya abandonó su condición de “paciente en terapia intensiva” a “hospitalizado grave” por la deuda pública heredada de la administración de Roberto Borge Angulo y Félix González Canto, aunque reconoció que los resultados de la reestructuración y medidas de disciplina financiera se verán hasta finales del sexenio.
Agregó, que el gobierno de Carlos Joaquín González ha realizado dos procesos de reestructuración de su deuda pública, el primero en diciembre de 2016 y el segundo el año pasado, estrategia que no tuvo que ser aprobada por el congreso del Estado ya que el periodo no sobrepasó los cuatro años que le restan a la administración estatal.
Consideró que el problema de lo que calificó como la “deuda maldita” de administraciones pasadas, no es fácil de resolver de la noche a la mañana, por lo que no extraña que el Estado se encuentre dentro de las entidades señaladas con problemas financieros a consecuencia de su deuda pública”.
Ramos Hernández aseguró que el congreso local no ha autorizado la contratación de nuevos créditos y ha mantenido disciplina financiera para el Estado y sus dependencias. Aseveró, “no me sorprende que sigamos mal calificados porque el balance real lo conoceremos al final del sexenio”.
Incluso reconoció que al principio de la administración de Carlos Joaquín González y de la propia Décimo Quinta Legislatura, el Estado se encontraba en riesgo de una quiebra técnica y las finanzas estatales hubieran colapsado de no haberse reestructurado la deuda pública en 2016 y en 2018 haber emitido las nuevas leyes en materia de disciplina financiera”.
Afirmó que a pesar de las medidas de austeridad, ningún servidor público puede argumentar falta de recursos para cumplir su trabajo, aun cuando el Estado no ha propuesto reestructurar la deuda, ahora estaría en posibilidades de hacerlo después de la cirugía financiera que se ha realizado. (Noticaribe)