Donald Trump llegó a la Casa Blanca como presidente hace unos años y desde entonces mucho han cambiado las cosas, y el mundo. Uno de los principales motivos ha sido la política arancelaria de Trump: que ha revolucionado a prácticamente todos los países del mundo. Entre estos países, México.
El motivo de los aranceles de Trump no es otro que el proteccionismo: con los aranceles, el presidente pretende mejorar la tasa de empleo del país, fomentando la producción; así como las ventas de la producción local. Si los productos de fuera tienen que hacer frente a aranceles, su precio final es mayor, por lo que los ciudadanos estadounidenses optarían por comprar productos locales, que al no hacer frente a aranceles tendrían un precio menor. Esa era la estrategia.
México es uno de los países más afectados por estos aranceles, y aunque miembros del Gobierno de México hayan negociado con el país americano, los aranceles siguen ahí y las industrias mexicanas ven bajar sus beneficios.
Trump no cede y recientemente ha declarado que o aranceles o cierre de frontera entre Estados Unidos y México. Según Trump, si el gobierno de México no pone de su parte para disminuir la inmigración de México a estados Unidos, habrá aranceles de un 25% para los automóviles que importen de México a Estados Unidos: algo que afectaría muy gravemente a la industria automovilística de México; y, además, cerrará la frontera por motivos de “seguridad nacional”.
Según miembros del Gobierno de Estados Unidos, esta nueva estrategia de Trump se ampararía bajo los artículos 212 (f) y 215 (a) de la Ley de Inmigración y Nacionalidad. Pero estos aranceles no son legales: ya que el TCLAN, el Tratado de Libre Comercio de Países de América del Norte, recoge la eliminación de fronteras comerciales entre los países que forman parte del TCLAN, México, Canadá y Estados Unidos. Es decir, según este tratado estos 3 países no pueden imponer aranceles entre ellos. Si Trump pone aranceles a los vehículos de la industria mexicana, México podría tomar medidas y responder con aranceles en cualquier sector: algo que afectaría en gran medida a la economía de Estados Unidos.
El nuevo tratado entre estos 3 países, que se conocerá como T-MEC y sustituirá al TCLAN, que entrará en vigor próximamente, seguirá respondiendo a favor de México: ya que seguiría siendo Estados Unidos el país que se salta lo acordado. Además, si Estados Unidos cierra la frontera, los precios de productos como verduras y frutas aumentarían notablemente: ya que Estados Unidos importa de México y esta sería la respuesta del país.
Tal es la situación que muchos inversores se han decantado por el trading de materias primas como el petróleo: al no estar afectado por las políticas de Trump. El acero y el aluminio son las materias primas más afectadas por los aranceles de Trump, y su valor en el trading también se ha visto afectado. (Noticaribe)
