Agencia Reforma

CIUDAD DE MÉXICO, MX.- El Presidente Andrés Manuel López Obrador carece de facultades para ordenar cancelar la licitación que fue adjudicada a su compadre y asesor Miguel Rincón, dueño de Bio Pappel Scribe, a quien primero defendió públicamente, consideró Max Kaiser.

Además de ilegal, advirtió el profesor del ITAM, la intervención del presidente podría generar retrasos en la fabricación de los libros de texto, pues una de las salidas que le deja a la Comisión Nacional de Libros de Texto Gratuitos (Conaliteg) es cancelar toda la licitación y lanzar una nueva, lo que llevaría semanas.

“El presidente no tiene ninguna facultad para decir: ‘mi compadre no tiene broncas’ y luego decir: ‘quítenle el contrato porque resulta que ya me metió en muchos problemas políticos mi compadre’. El presidente no tiene facultades para eso”, explicó Kaiser.

Luego de que se publicara ayer que la empresa de Rincón, que ha sido una importante proveedora de papel del gobierno desde hace varios años, obtuvo un contrato abierto hasta de 221.6 millones de pesos, López Obrador anunció que pedirá cancelar la licitación para enviar el mensaje de que su gobierno es honesto.

“Voy a pedir a la instancia correspondiente del gobierno que se busque la forma legal de que se cancele ese contrato, esa compra. Y le pido a mi compadre, a Miguel Rincón, que entienda la circunstancia. Nosotros no sólo somos honestos, queremos que se sepa que no quede ninguna duda de nuestra integridad. Es ser y parecer. Y esto aplica en todo”, dijo.

Un día antes, al ser cuestionado sobre la participación de la empresa de Rincón en la licitación, López Obrador dijo desconocer el hecho, pero que si no había ningún impedimento legal podía hacerlo.

Este episodio, consideró Kaiser ejemplifica la necesidad de contar con un sistema de contrataciones públicas profesional, que esté ajeno a las decisiones políticas, primero para dar luz verde a la participación de amigos o compadres y después para cancelar sin una causa justificada el otorgamiento de un contrato que en teoría fue legal.

“Lo que pasó esta semana da unas señales terribles y muy confusas a quienes se dedican a las contrataciones públicas porque, primero, los oficiales mayores y directores de recursos materiales de la secretaría recibieron el mensaje político de que el presidente va a estar contento si se contrata a alguien cercano a él, pero luego recibieron el contramensaje un día después, de que si hay demasiada presión el presidente, en una mañanera, va a ordenar la cancelación”, mencionó.

Rincón, recordó Kaiser, pertenece al consejo asesor de empresarios que el propio presidente conformó, por lo que además de ser su compadre es su asesor, lo que potencializa un posible conflicto de interés.

“Hay un clarísimo conflicto de interés muy parecido al de la Casa Blanca, que es, a ver: el presidente no tiene facultades para que se firme un contrato, tampoco tiene facultades para pedir que no. Las áreas, en efecto, no tenían una instrucción del presidente de ‘denle el contrato a mi compadre’.

“Sin embargo, no hace falta, cuando las áreas de contrataciones públicas entienden que pueden agradar a su jefe, dándole contratos a las personas que le son cercanas a él, lo van a hacer siempre, ese es justo el problema de tener asesores empresarios que luego participan en contrataciones públicas”, agregó. (Agencia Reforma)

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