TABASCO, MX.- Tras la sentencia absolutoria por peculado, el exgobernador Andrés Rafael Granier Melo reiteró que, como lo dijo en su momento, la verdad se abrió paso a la mentira, las instituciones de justicia actuaron apegadas a derecho “y el veredicto de la historia pone cada quien en su lugar”, publicó Proceso.
En mensaje leído esta mañana en un noticiero de radio local, Granier dijo que la resolución de su libertad absoluta es el final de un largo proceso en el que se demostró “de principio a fin, mi total inocencia”.
Recordó que todos fueron testigos de que regresó por voluntad propia (de Estados Unidos, en junio de 2013) para responder a las acusaciones que le imputaban y nunca se ocultó ni pretendió evadir la justicia.
“Sin embargo, fui encarcelado y acusado sin fundamento legales y se me causó un daño moral irreversible a mi familia y a mí”, lamentó.
Fueron cinco años y 10 meses “en los cuales estuve privado de mi libertad, luchando para demostrar que mi encarcelamiento fue resultado de una persecución política”, acusó.
A pesar de todo, dijo, cada una de las acusaciones en su contra fueron cayendo por su propio peso a lo largo de los años, y expresó su profundo agradecimiento a quienes siempre confiaron en él y lo alentaron para hacer frente “al juicio sumario” del que fue objeto.
Finalmente, anunció que regresará a Tabasco “a dar la cara como siempre lo he hecho a lo largo de mi vida personal y política”.
Por su lado, el despacho de abogados Schutte & Delson Gojon informó que la sentencia absolutoria del exgobernador fue resuelta por la Segunda Sala Penal del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) dentro del toca penal 66/2018, por apelación de la defensa a la sentencia de diez años, 10 meses y 15 días de prisión, dictada en contra de su cliente en el Juzgado Tercero Penal de Primera Instancia de Villahermosa, en la causa penal 157/ 2013, por presunto peculado de 196 millones de pesos.
“Esta defensa continuará patrocinando los intereses tanto del exgobernador como de su familia respecto de los asuntos aún vigentes, para conseguir, también en éstos el reconocimiento de la absoluta inocencia de nuestros representados”, puntualizó en un comunicado.
Al respecto, el magistrado presidente del TSJ, Enrique Priego Oropeza, aclaró que aún queda pendiente un expediente federal en contra del Granier Melo.
Dijo que las dos acusaciones en el fuero común –por presunto peculado de 196 y dos mil 600 millones de pesos– ya quedaron “desvanecidas” con sentencias absolutorias del TSJ y sólo le queda “un expediente federal que lo están ventilando ellos”.
“Hoy ya va a gozar de la libertad, menos del otro expediente, no ha terminado. Pero tiene el beneficio de ver su trámite judicial en casa”, manifestó.
De acuerdo a la defensa, Granier Melo enfrentó cuatro acusaciones por defraudación fiscal y lavado de dinero, adicional a las dos del fuero común.
Queda también pendiente el caso de Fabián Granier Calles, hijo del exgobernador, acusado y bajo proceso por defraudación fiscal.
El pasado 26 de abril, y tras ganar un amparo, “Fabiancito” salió del Centro de Reinserción Social del Estado (Creset), donde permaneció preso cinco meses luego de ser reaprehendido.
Fue detenido por primera vez en abril de 2016 en la Ciudad de México y encarcelado en el Reclusorio Oriente, el cual abandonó 12 días después luego de pagar una fianza de 7 millones 11 mil pesos.
Regularmente se presentaba a firmar su libertad condicional al Juzgado Tercero de Distrito, radicado en Villahermosa, pero dejó de hacerlo y se ordenó su reaprehensión, que se realizó el 30 de noviembre de 2018 en la Ciudad de México, por incumplimiento de obligación procesal.
Ese mismo día fue ingresado al Creset y quedó a disposición del juez Tercero de Distrito de Tabasco, quien le otorgó amparo que le permitió salir el 26 de abril para llevar su proceso en libertad.
Fabián Granier Calles es acusado de evadir pagos del Impuesto Sobre la Renta (ISR) sobre ingresos reales.
De acuerdo al expediente, en 2011 pagó el ISR sobre utilidades por 939 mil 577 pesos, sin embargo, tuvo ingresos acumulados por siete millones 978 mil 658 pesos, por lo que debió pagar dos millones 111 mil pesos.
En 2009 presuntamente defraudó al fisco con un millón 506 mil 679 pesos, y en 2010 con dos millones 590 mil 140 pesos. (Fuente: Proceso)