Agencia Reforma
CHIAPAS, MX.- Entre más cerca de la frontera con Guatemala se esté, más barato cuesta el litro de gasolina. “$16 pesos, de bomba” es lo que anuncian los letreros fluorescentes clavados en los árboles del tramo carretero Fronterizo Los Altos.
Aquí, las cartulinas o los botes apilados son las encargados de indicar el lugar de venta del hidrocarburo y no los letreros eléctricos de las gasolineras autorizadas.
Ante la ganga, de ahorrar al menos $3.78 pesos por litro, se detienen camiones de carga, carros particulares y hasta autobuses del servicio de transporte público. La mayoría, dice, ha comparado los precios con los de cualquier gasolinera de Pemex, en este municipio, y vaya que resulta atractiva la oferta.
Los clientes abren la tapa trasera de sus automóviles y permiten que con un embudo, unido a una corta manguera, se filtre de a poco la gasolina más barata del país.
A pocos kilómetros de la zona, en Guatemala, se adquiere este combustible “como tipo Magna” a $14 el litro, se distribuye en tambos, se carga a una troca y cruza un país para poder ser revendido.
Este negocio local empezó a cobrar fuerza desde el inicio de año, prácticamente al mismo ritmo en que surgían los operativos contra el robo de combustible que implementó el presidente de México Andrés Manuel López Obrador, en la zona centro del país.
Según cuentan los pobladores, ellos no ven con buenos ojos ese tráfico y viven con el constante temor de que ocurra una explosión, como sucedió en Tlahuelilpan, Hidalgo, donde el robo de gasolina ocasionó una tragedia que dejó 135 muertos.
Sin embargo, en este municipio caluroso, el negocio se afianzó aún más hace un par de meses cuando se llegó a ofrecer el litro hasta en $14 pesos; es decir, $5.78 menos que en la gasolinera de Frontera Comalapa, cuyo costo se ubica en los $19.78.
Negocio ‘redondo’
Asegura que los acomoda parados y atravesados, a fin de que entren todos en su transporte improvisado. Según explica, a cada uno le caben 230 litros y al adquirir la gasolina paga por unidad $3,220.
“Ni el ejército se mete con nosotros, las organizaciones campesinas de esta región nos respaldan (…) el negocio siempre ha existido, aunque ahora más”, explica mientras despacha a un par de hombres que desde su vehículo escuchan a todo volumen a los “Tucanes de Tijuana”.
Por lo menos tres veces a la semana, al igual que él, un grupo de vendedores mueve desde el país vecino poco más de 4,600 litros, que al ser vendidos en 16 pesos les retribuye una ganancia de 70 centavos por litro.
La ruta de la gasolina barata inicia con 17 pesos en el tramo carretero ubicado en San Cristóbal de las Casas, pasa por Teopisca, baja a Comitán y cuando, en línea recta, desciende a La Trinitaria y Frontera Comalapa el costo se abarata un peso o más.
En esa curveada carretera, Grupo Reforma contabilizó cerca de 25 improvisados negocios, que casualmente esquivan a las seis gasolineras de Petróleos Mexicanos en la zona.
De acuerdo con reportes de la prensa local, el tráfico de hidrocarburos es un antiguo negocio en este Municipio, que crece o desciende según el precio del quetzal guatemalteco.
Por ejemplo, cuando en el 2014 el costo era más bajo aquí que en ese país, los guatemaltecos eran quienes venían a comprar combustible mexicano; aunque ahora ocurra lo contrario. (Agencia Reforma)