Agencia Reforma
CIUDAD DE MÉXICO, MX.- Las finanzas del IMSS han sido un dolor de cabeza para la Administración pública desde hace muchos años. La pesada losa del gasto en jubilaciones y pensiones de los asegurados fue transferida al Gobierno federal para intentar sanear los estados financieros del organismo.
La renuncia de Germán Martínez a la dirección del IMSS se dio en un momento en que, dentro de los reducidos márgenes de maniobra que tienen las finanzas, parecía que el gasto del organismo iniciaba un proceso de reorientación, según su informe financiero al primer trimestre.
En ese lapso el gasto de operación destinado a medicamentos y materiales de curación registró un crecimiento de 14.5 por ciento, en términos reales, respecto al mismo periodo del año previo.
Entre 2012 y 2018, el crecimiento real de este gasto fue de 0.36 por ciento anual, y normalmente en el primer trimestre de cada año se registró un descenso respecto al mismo lapso del año anterior.
En tanto, servicios generales, que están directamente relacionados con la operación del organismo para la atención al derechohabiente, crecieron 8.8 por ciento en el primer trimestre, contra una tasa media de 0.54 por ciento anual de 2012 a 2018.
En contraste, el gasto en servicios personales (sueldos, salarios y prestaciones de los trabajadores) creció 0.7 por ciento real, respecto al mismo lapso del año previo, y alcanzó la suma de 41 mil 485.5 millones de pesos.
En los seis años previos los recursos destinados a la nómina crecieron a un ritmo de 1.6 por ciento anual.
Durante el primer trimestre del año, los ingresos propios del Instituto subieron 4.7 por ciento real, contra un crecimiento promedio anual de 2.48 por ciento en los seis años previos, para colocarse en 89 mil 634 millones de pesos.
Las transferencias y subsidios federales al organismo, que constituyen fundamentalmente el pago de pensiones en curso asumidas por el Gobierno, registraron un crecimiento real de 9.4 por ciento, para alcanzar 120 mil 277 millones de pesos en el primer trimestre.
Sin embargo, el pago de pensiones a los asegurados avanzó 5.4 por ciento y se colocó en 98 mil 660.6 millones de pesos, lo que redundó en un incremento real de 16.5 del superávit primario del organismo, con lo que sumó 62 mil 342 millones de pesos, el superávit más alto para un periodo similar.
No obstante este superávit, el IMSS registró una baja de 80.5 por ciento en sus actividades de inversión física en el primer trimestre de año, la cual se ubicó en 151.6 millones de pesos, mientras que en el mismo lapso de 2018 alcanzó la suma de 778.6 millones de pesos.
En los seis años previos, la inversión física del organismo registró un decremento promedio anual de 1.08 por ciento. (Agencia Reforma)