CHETUMAL, MX.- Yunitzilim Rodríguez Pedraza, doctora en derecho y quien fuera notificada el pasado viernes de su despido por la Universidad de Quintana Roo (Uqroo), acudió a sus oficinas hoy, al rehusarse a aceptar el documento firmado por el rector, y descubrió que le cambiaron las chapas de la misma. Pese a ello, indicó que continuará realizando sus labores en otro espacio, además de reiterar su queja de que se le pretende correr por su trabajo como activista, en la “Marea Verde”, que ha hecho señalamientos al Poder Ejecutivo y Legislativo.
“Tal como lo comentamos, en virtud de que no hubo un documento oficial que yo recibiera, intenté incorporarme a mis actividades en el cubículo 13, que es el que normalmente uso y con la llave intento ingresar al mismo y con la llave se nota que cambiaron la cerradura y quitaron mi nombre de la puerta, con lo que se formaliza este despido injustificado y que considero es una represalia por mi actividad como defensora de los derechos humanos en el estado” explicó en entrevista.
Quien hasta hace poco fuera profesora investigadora de tiempo completo en la Uqroo, dice que, como miembro del colectivo “Marea Verde”, han hecho tanto al gobierno estatal como a las instancias de procuración de justicia y de prevención.
“Marea Verde”, cabe recordar, encabezó las protestas por el intento de feminicidio de una mujer en Chetumal, en diciembre del año pasado. Más recientemente, interpuso una queja contra la actual Legislatura, por no retomar la iniciativa ciudadana que presentaron, para legalizar el aborto.
Al respecto, comentó: “El 17 de mayo hice del conocimiento al Conavim e Inmujeres sobre una tarjeta informativa que emitió el Congreso del Estado, donde niega una iniciativa que el gobernador presentó, como evidencia del incumplimiento de la recomendación 10 y considero que los actos que hicimos el 30 de mayo, donde pedimos al Gobierno del Estado que inicie la acción por omisión legislativa en contra del Congreso, por no haber discutido precisamente esa iniciativa que niegan”, detalló.
Tan solo un día después, el 31 de mayo pasado, el rector le intentó hacer llegar un documento, el que aclara nunca recibió, donde le querían hacer saber que ya no requerían más de sus servicios, rescindiendo un contrato, lo cual, explica no se puede hacer, dado que ella no firmó ningún contrato, sino que entró por examen de oposición, gozando de una plaza.
“Y lo fundamentó en su calidad de rector, como si viviéramos en un estado en el que no hay democracia, debido proceso o derecho de audiencia, donde se puedan vulnerar mis derechos como persona y como mujer”, sentenció.
“Decisión es una represalia”
El hecho de quitarle la calidad como académica deriva en que ya no podría ser parte del grupo de seguimiento de la Alerta de Género, en el que ha pertenecido desde su creación.
Recordó además el caso del año pasado donde estudiantes de posgrado fueron vulnerados en sus derechos y donde incluso la Universidad tuvo que dar una disculpa pública. Incluso sobre el mismo caso dijo que contra esos alumnos no hubo represalias, pero ahora sí, contra ella.
Otro caso por el que cree recibe esta represalia es el de Addisbel, quien fuera brutalmente atacada por su ex pareja, y por el que dada la negligencia con las que actuaron funcionarios, acusó al gobierno de dar un mensaje de complicidad y de permisividad ante la violencia de género.
Concluye diciendo que seguirá con sus labores normales, lo que incluye asesorar tesis, investigación y otras actividades, en las que no requiere incluso estar en la universidad como tal. Y que seguirá en su lucha, denunciando esta represión que padece como defensora de derechos humanos.
Cabe destacar que llevó a un notario público a la universidad para que diera fe de los hechos, en este caso, del cambio de cerraduras que le impide ingresar al que fuera su cubículo. (Agencia SIM)