Resultado del cambio de perspectiva a negativa desde estable de la calificación de bonos del Gobierno de México de A3, anunciada el 5 de junio pasado, Moody’s cambió sus perspectivas a negativas desde estables de siete bancos locales y del IPAB.

Al mismo tiempo, afirmó las calificaciones de deuda sénior, de depósitos y de emisor de los mismos. 

“Estas acciones son resultado del cambio de perspectiva a negativa desde estable de la calificación de bonos del Gobierno de México de A3, anunciada el 5 de junio de 2019”, expuso la firma.

Los bancos afectados son: BBVA Bancomer, Banorte, Santander,  Citibanamex; y tres de desarrollo: Nafin, Banobras y Bancomext, lo mismo que el fondo del IPAB.

“El resto de las calificaciones de los emisores aquí mencionados, incluyendo sus calificaciones de largo plazo en la escala nacional de México de Aaa.mx, no se vieron afectadas por la acción de calificación del día de hoy”, señaló la agencia.

Moody’s detalló que las acciones de calificación de las instituciones financieras fueron resultado del cambio de perspectiva a negativa desde estable de la calificación de bonos de México de A3, que utiliza para evaluar la capacidad del gobierno para brindar apoyo financiero extraordinario a las instituciones financieras en caso de estrés. 

“Todas las calificaciones de los emisores afectados se ven favorecidas por una expectativa implícita y/o una promesa explícita de apoyo por parte del gobierno”, precisó.

La calificadora recordó que su decisión de cambiar la perspectiva a negativa de las calificaciones A3 de México fue motivada por el debilitamiento del marco de política en dos aspectos clave, con potenciales implicaciones negativas para el crecimiento y la deuda. 

“Primero, políticas que ahora son menos predecibles están afectando negativamente la confianza de los inversionistas y las perspectivas económicas de mediano plazo. Segundo, menor crecimiento económico, aunado a cambios en la política energética y al papel que juega Petróleos Mexicanos (PEMEX, Baa3), introducen riesgos para la perspectiva fiscal de mediano plazo, a pesar del compromiso del gobierno con mantener una política fiscal prudente en el corto plazo”.

Agregó: “además de su capacidad, la probabilidad de apoyo por parte del gobierno también es función de su voluntad para brindar dicho apoyo. Moody’s sigue evaluando una voluntad muy alta por parte del gobierno para brindar apoyo a los emisores afectados”

Añadió que dada la perspectiva negativa actual de las calificaciones, un alza es poco probable en este momento. Por otro lado, subrayó, que si la calificación de bonos del Gobierno de México enfrenta nuevamente presión a la baja en el futuro, las calificaciones afectadas en escala global también recibirán presión negativa. (Fuente: El Economista)

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