En las cosas de la política, las señales valen más que mil palabras.
Y ayer, en la celebración del 7 junio -fiesta heredada del muy viejo PRI- hubo señales que parece tienen que ver con la sucesión
Propios y extraños aseguran que el Gobernador no tiene sucesor y tras las elecciones federales de 2018 y de 2019 las opciones de entre el PAN y el PRD se le habrían reducido notablemente.
Pero ayer Carlos Joaquín, en el ágape con periodistas, se hizo acompañar de uno de los aspirantes más sonados.
Pero no fue nadie del PAN, PRD o ‘Independiente’, sino que se trata de Luis Alegre de Morena.
¿Estaremos ante lo que en Europa llaman gobierno de unidad y en México ‘concertacesión’?
Bueno, solo es pregunta.