Andrés Manuel López Obrador estará este domingo en Tulum y Playa del Carmen, para abordar su proyecto del ‘Tren Maya’, y el lunes desde Cancún dará su ‘mañanera’.
López Obrador tiene un bono democrático más que cómodo en Quintana Roo, lo cual, se confirmó el pasado 2 de julio, cuando Morena y sus aliados, a pesar de los cuestionados resultados de los gobiernos municipales morenistas, ya cuenta con la mayoría absoluta de la XVI Legislatura.
Pero, su proyecto ‘estrella’ para la Península, el Tren Maya, enfrenta cada vez más complicaciones. La principal, como se temía desde el principio, son los ejidos donde pasarán las rieles. Los comuneros no quieren ser socios y les paguen cuando ya haya utilidades. Los ejidatarios quieren su dinero ahora.
Ayer se dio a conocer que Luis Chimal Balam, Comisariado Ejidal de Bacalar y representante de 165 campesinos, acusaron a Pablo Careaga Córdova, coordinador del Tramo Chetumal-Tulum del Tren Maya, presionó a ejidatarios de esta localidad para que entreguen sus tierras sin recibir pago a cambio.
El representante del gobierno federal prometió a los dueños de las parcelas ser accionistas y obtener las primeras ganancias, pero hasta dentro de 10 años.
Y por lo pronto ya es público que al menos en Bacalar, los ejidatarios ni quieren nada con el plan de pagos para sus usar sus tierras. Pero la situación es similar en todos los ejidos quintanarroenses donde se prevé pasará el ‘Tren Maya’. No quieren ser socios, sino que el pago sea por adelantado.
