Agencia Reforma
CIUDAD DE MÉXICO, MX.- Tomás Yarrington está aislado del resto de la población en una prisión federal de Houston. Melvyn Mosbacker, abogado del ex gobernador de Tamaulipas, informó el 27 de junio a una jueza de Brownsville que su cliente, de 62 años de edad, solo puede hacer llamadas telefónica una vez al mes y tiene prohibido el uso de correo electrónico.
El ex mandatario priista enfrenta once cargos por delincuencia organizada, conspiración para importar cocaína, lavado de dinero y fraude bancario, y su juicio, que se ha aplazado varias veces, está agendado hasta enero de 2020.
Desde abril de 2018 está preso en Houston, a donde fue extraditado luego de ser detenido en Italia un año antes.
La defensa alega que no puede preparar el caso, porque las visitas son con un vidrio blindado de por medio y no se pueden revisar documentos.
Durante una conferencia telefónica con la jueza, Hilda G. Tagle, la fiscalía dijo que estaría dispuesta a permitir que Yarrington sea integrado a la población general, siempre y cuando no tenga contacto con narcotraficantes.
Yarrington es el preso 39549-479 en el Centro Federal de Detención (CFD) de Huston, un edificio en el corazón de esa ciudad, que alberga 748 reos.
El viernes pasado, la defensa entregó a la Corte un documento en el que Yarrington decidió no pedir que su proceso quede a cargo de otro juez, ante un posible conflicto de interés de Tagle.
El conflicto podía haber derivado del hecho de que Mosbacker, el abogado de Yarrington, representó previamente a Conrado Cantú, un ex sheriff del condado de Cameron, Texas, que fue acusado en 2004 por recibir sobornos de narcotraficantes y tráfico de influencias.
Cuando estaba preso, Cantú presuntamente amenazó con dañar a la jueza Tagle. (Agencia Reforma)