Miguel Ramón Marín Azueta y Filiberto Martínez soñaban con despachar en el edificio adjunto del Palacio de Gobierno, en la 22 de Enero con Juárez.

Sin embargo, al parecer no reunieron los requisitos.

Miguel Ramón es señalado de cometer un verdadero desastre cuando le fue encomendada la organización del partido ‘Confianza por Quintana Roo’, que a final de cuentas conservó su registro de ‘milagro’.´

En el inicio del actual gobierno estatal le dieron el cargo de algo así como coordinador de la Oficina del Gobernador, pero no solo lo echaron, sino que hasta la cerraron.

En tanto, a Filiberto le encargaron la coordinación general de campaña de la coalición ‘Orden y “Desarrollo’ que perdió de fea manera, y por, sí fuera poco, Morena y sus aliados están a tres (quizá dos) diputados para alcanzar la mayoría calificada de la próxima Legislatura.

Por lo pronto, el Gobernador llamó a Arturo Contreras, que está de encargado del Despacho, tras un eficaz desempeño como subsecretario de Desarrollo Político.

Pero, en la política la forma es fondo. El mismísimo Gobernador le dio posesión como Encargado del Despacho.

Filiberto, y en particular, Miguel Ramón, tendrán que sentarse a esperar.

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