Ante acciones ‘contradictorias’ del ‘morenismo’, como la ampliación del periodo del aún gobernador electo de Baja California, Jaime Bonilla, queda en evidencia que en muchos lados no entienden o no quieren entender de qué se trata estar al frente de un gobierno de Morena.
Cosas como “no mentir”, “no robar y “no traicionar”, “primero los pobres” y “me canso ganso”, quedan cortas ante la realidad de los gobiernos locales de Morena.
Caso sintomático es el de Benito Juárez, en donde de Morena solo existe en el nombre. Y solo para referir cómo los conservadores son lo que mandan, está el caso de las concesiones, desde el transporte hasta el alumbrado público, las cuales son intocadas y todos ellos están felices y contentos.
Y aunque la distancia entre Mexicali a Cancún es de 4 mil 600 kilómetros, en ambas extremos las cosas son iguales con sus gobiernos morenistas que son, como dirían los clásicos, “más de lo mismo”.