Agencia Reforma
NUEVO LEÓN, MX.- México se está deslizando hacia una recesión, incluso a medida que la economía de Estados Unidos sigue creciendo, la primera vez en 25 años que los ciclos económicos de los países vecinos han perdido sincronización, reportó The Wall Street Journal.
La publicación cita que el debilitamiento de la economía es un nuevo desafío para el Presidente Andrés Manuel López Obrador, luego de la salida del Secretario de Hacienda, Carlos Urzúa, quien renunció abruptamente y culpó al Gobierno por poner metas políticas por encima de las consideraciones económicas.
El Inegi informó el viernes que la producción industrial cayó 2.1 por ciento entre abril y mayo, su mayor baja mensual en más de una década. Ése y otros datos recientes sugieren que la economía de México puede haberse contraído durante el segundo trimestre del año, además de caer 0.2 por ciento en los primeros tres meses del 2019.
“México está prácticamente en recesión”, escribió la semana pasada el economista de Bank of America, Carlos Capistrán, en una nota al cliente. “Una recesión presionaría al Gobierno y al Banco de México (Banxico) para que reaccionen, ya sea incrementando los gastos del Gobierno o recortando las tasas de interés, o ambas cosas”.
Durante gran parte de las últimas dos décadas, señaló WSJ, la economía de México en general ha crecido o disminuido junto con la de Estados Unidos, a donde envía el 85 por ciento de sus exportaciones.
Si bien las exportaciones de México siguen siendo sólidas, la política en ambos lados ha enfrentado las nuevas inversiones en el País, tanto de empresas extranjeras como de mexicanas.
Los ataques del Presidente Donald Trump y la renegociación del TLC causaron ansiedad entre muchos inversionistas y compañías que operan en México.
Mientras tanto, el ascenso de un nacionalista de izquierda como Presidente en México también causó algunos nervios entre las empresas mexicanas.
López Obrador canceló el proyecto de infraestructura más grande del País: el NAIM y anunció planes ambiciosos para rehacer a Pemex mediante la construcción de una refinería e inyectando 5 mil 200 millones de dólares en efectivo en la empresa, la petrolera más endeudada del mundo.
Fitch Ratings respondió eliminando a Pemex de su calificación de grado de inversión y rebajó la nota del crédito soberano de México, mientras que Moody’s y S&P volvieron negativas en la perspectiva crediticia del País.
En la encuesta de economistas realizada por Banxico en mayo, ninguno de los encuestados dijo que pensaba que era un buen momento para invertir en México. La última vez que la percepción fue tan baja fue en noviembre del 2016, cuando Trump ganó la elección de Estados Unidos.
Muchos economistas ahora esperan que la economía crezca menos del 1 por ciento en todo 2019, en comparación con el 2 por ciento del 2018. Banxico estima que el crecimiento será de entre 0.8 y 1.8 por ciento, al tiempo que reconoce riesgos que podrían ser menores.
Salida de Urzúa daña confianza en AMLO, dicen en WSJ
La renuncia de Carlos Urzúa a la Secretaría de Hacienda el martes pasado dañó más la tambaleante confianza empresarial en México y exhibió los riesgos del Gobierno de Andrés Manuel López Obrador para el País, señaló ayer un artículo editorial de The Wall Street Journal (WSJ).
“La carta de renuncia de Urzúa deja entrever que tras bambalinas (del Gobierno) hay aún más razón para sentir pánico”, señaló Mary Anastasia O’Grady en su texto “Pierde México un freno a la corrupción”.
“(Urzúa) se sincera respecto a los riesgos que corre México si se le permite a AMLO seguir tratando al País como su propio feudo”, escribió la columnista, que criticó que el Presidente siga centralizando el poder y burlando el Estado de derecho.
Al dejar el cargo, enumeró O’Grady, Urzúa advirtió que las decisiones económicas deben basarse en evidencia y sin extremismos, y acusó la imposición de funcionarios sin conocimientos y la existencia de conflictos de interés.
Sobre los conflictos de interés, escribió que el ex Secretario advirtió de Alfonso Romo, Jefe de la Oficina de la Presidencia, a quien O’Grady señaló de tener una “reputación turbia” en la comunidad empresarial de Monterrey. (Agencia Reforma)