COZUMEL, MX.- Quintana Roo tiene la triple circunstancia de ser destino turístico, tener fuerte migración y ser estado fronterizo, lo que lo vuelve más vulnerable ante las redes de trata y la explotación sexual o infantil; sin embargo, también es de las entidades más activas en la sensibilización en el tema, tanto en gobierno y empresas, a través de un código de conducta.

Hoy, 20 empresas de Cozumel firmaron este código elaborado en coordinación con la Secretaría de Turismo, en el que se adquiere el compromiso de prevenir estas conductas indebidas, capacitando a su personal para detectar casos sospechosos, entre otras acciones.

Claudia García Zaragoza, directora de Promoción y Transvesalización de la Perspectiva de Género de la Sectur, indicó que el turismo ofrece facilidades e infraestructura que fácilmente puede ser aprovechada por gente que busca incurrir en la explotación sexual, de ahí la importancia de que el personal esté alerta para evitarlo

“Hay que contribuir a que no se estigmaticen los destinos como paraísos sexuales”, indicó la funcionaria federal. “Los clientes también buscan hoy destinos con más sustentabilidad, comprometidos con causas como los derechos humanos y la igualdad”.

Indicó que estos delitos no son privativos de ningún lado del país, ni se cuenta con cifras precisas para dimensionarlo.

Sobre el trabajo infantil, indicó que, a diferencia de la trata, tiene una dimensión social, que exige que sea abordado de manera distinta, ya que en muchos casos los niños son los que quieren aportar a la economía familiar, por la precariedad de la misma.

Por ello, hay una corresponsabilidad por parte de instancias de gobierno y empresas, para ofrecer condiciones dignas de trabajo a sus padres y madres.

Por su parte, Norma Gabriela Salazar Rivera, secretaria estatal ejecutiva del Sistema Nacional de Protección de Niñas, Niños y Adolescentes (SIPINNA) Quintana Roo, advirtió que 8 mil menores en el estado han abandonado la escuela, lo que los dejan vulnerables ante posible explotación laboral o sexual.

“Ignoramos las causas, tal vez trabajen, se mudaron o están haciendo labores domésticas, pero no podemos permitir que deserten los jóvenes sus estudios; ellos no deben ser una cifra, sino sujetos de derechos”, alegó la funcionaria estatal.

Comentó que mientras la trata de personas es algo muy visible, la explotación sexual no lo es, lo que dificulta el cuantificarlo. También opinó que hoy se cuentan con leyes muy completas, así como tratados y protocolos integrales, pero falta todavía activar estos mecanismos para que se asignen responsabilidades sobre quién debe atacar este problema.

Lamentó que por demasiado tiempo todo problema social era derivado al DIF.

También confirmó que Quintana Roo ha sido de los estados más activos en el código de conducta contra la explotación, desde que empresas de Cancún fueran las primeras en firmarlo en 2005. (Agencia SIM) 

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