Agencia Reforma

CIUDAD DE MÉXICO, MX.- El Gobierno federal podría aplicar el mismo modelo que usó en el cancelado Nuevo Aeropuerto Internacional de México para financiar el de Santa Lucía.

La Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) no descartó buscar financiamiento para infraestructura aeroportuaria dejando en garantía el pago por la Tarifa de Uso Aeroportuario (TUA) del Aeropuerto Internacional de Santa Lucía.

“En principio, se puede adquirir financiamiento con cargo a una proporción pequeña de la TUA que perciba Santa Lucía (una vez en operaciones), con la finalidad de financiar parcialmente la infraestructura aeroportuaria, reduciendo así la carga financiera que el proyecto representa en el PEF”, según información adiciona del plan maestro del proyecto.

Hasta ahora está previsto que esta obra sea financiada con recursos del Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF).

El cancelado NAIM también usó este esquema, pues el financiamiento privado tenía como garantía la TUA del AICM y se contemplaba, una vez en operaciones, que la tarifa del NAIM serviría para continuar el pago de la deuda.

En el caso del NAIM, la TUA representa en promedio 30 por ciento del costo de un boleto de avión.

Pablo Casas Lías, director del Instituto Nacional de Investigaciones Jurídico-Aeronáuticas, dijo que este esquema podría enfrentarse a ciertas reservas por parte de inversionistas, por el antecedente del NAIM, que no fue el proyecto de negocio que se planteó.

Además, habrá que considerar que Santa Lucía ni siquiera está en construcción y podría enfrentar más amparos.

Rogelio Rodríguez, experto en temas aeronáuticos, consideró que el Gobierno federal podría obtener créditos caros, pues la garantía es la TUA de un proyecto que ni siquiera está en construcción.

“(Además) estaría la deuda respaldada por el Gobierno mexicano, es deuda pública, pero inicialmente con qué se pagaría, no va a generar dinero la TUA hasta que no esté el primer vuelo de Santa Lucía”, mencionó.

Casas Lías resaltó que el Gobierno debería evitar la creación de un fideicomiso para el manejo del recurso recabado de la TUA, como ocurrió con el NAIM, ya que este instrumento es opaco y no permite tener claridad del manejo del dinero.

En el documento, la Sedena asegura que, dado que la TUA representa una proporción pequeña del precio total de un boleto de avión, los incrementos en la misma no deberían repercutir en variaciones significativas sobre este costo ni en la demanda. (Agencia Reforma)

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