Los números de Alberto Capella son impresionantes.
Cuando llegó como jefe de la Policía de Quintana Roo, la delincuencia estaba en Cancún y Playa del Carmen.
Pero le “echó ganas” y la violencia se extendió al sur y hasta al municipio de Lázaro Cárdenas.
Y ayer fueron asesinados ocho en la Zona Maya, entre Limones y Bacalar.
Ahí la lleva.
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