El borgismo no existe.
Roberto Borge está en una cárcel-manicomio en Morelos desde hace mucho.
Nadie, ni siquiera su creador, Félix González, sale a defenderlo.
Nada que ver con el caso de Mario Villanueva, que cuenta con el respaldo de un importante número de quintanarroenses para que ya sea liberado.
En cambio, Borge a nadie le importa y en nada influye.
De los que eran ‘borgistas’, algunos estas refugiados en Isla Mujeres, otros en Benito Juárez y los demás, donde pudieron, incluso en partidos nacionales.
El ‘borgismo’ se reduce a un exgobernador depredador confinado en una estrecha celda en el Centro Federal de Rehabilitación Psicosocial, en Ayala, Morelos.