VERACRUZ, MX.- Además de reguardar a los fallecidos, como último destino en esta tierra, los panteones resultan también un termómetro para medir la mortandad de un lugar, así como las causas que generan los decesos en diferentes épocas de la historia, publicó La Jornada.

Tal es el caso de los tres cementerios que dan servicio al municipio de Coatzacoalcos, de los cuales el más grande y antiguo es precisamente el “Panteón Municipal Antiguo”, que data del año de 1898 y cuenta con 16 mil espacios de capacidad, de los que ya sólo quedan 70.

Así lo revela don Amador Rodríguez, quien desde 2017 labora en este camposanto, después de haber trabajado en el otro panteón municipal o panteón Lomas de Barillas, al poniente de la ciudad, con 11 mil lugares que ya están completamente ocupados.

Luego de haber tenido una jornada intensa los últimos días como resultado de la masacre del centro nocturno “El Caballo Blanco”, el encargado del Panteón Antiguo comenta que dicho recinto puede dar referencia de la mortandad del lugar.

Explicó que cuando llegó, en el cementerio se registraba el entierro de dos a tres muertes por hechos violentos al día, más otros tres por causa natural, de manera que del 9 de enero a julio de 2017, año en que llegó, se realizó el sepelio de por lo menos mil 200 personas.

Sin embargo, expone que a partir de 2018 comenzó a incrementarse la intensidad de los hechos violentos, por lo que la cifra se elevó a por lo menos dos mil 500 personas, durante un periodo similar, lo que significa hasta 11 entierros por día, de los que cuatro siguen siendo por causas naturales.

Esta semana, dijo se presentó este hecho, en el que 30 personas han fallecido como resultado del ataque cometido en “El Caballo Blanco”, de manera que en este panteón han sido enterradas por lo menos 12 de las víctimas, mientas que el resto fueron llevadas a los otros dos camposantos, el de Lomas Barillas y Panteón Jardín.

Sin embargo, aclara que ambos panteones ya se encuentran completamente ocupados y sólo quienes tienen ya adquiridos sus espacios fueron los que pudieron depositar a sus difuntos, de manera que en Lomas Barillas fueron enterrados por lo menos cuatro y dos más en Jardín, según nos corroboraron en su momento en dichos cementerios..

Explicó que hoy en día, el Panteón Municipal Antiguo se ha visto en la necesidad de reajustar sus espacios, como lo había hecho en años anteriores, para garantizar un poco de más espacio.

Para ello, una vez que las tumbas cumplen determinado tiempo y “ya no tienen familias que las visiten”, se hace un análisis para comprobar que ya no hay quien las reclame y se mueven los cuerpos a un espacio más pequeño, pero digno, para desocupar el terreno amplio que hubiera podido estar ocupando”.

Esto se debe a que en un principio, con las primeras tumbas, al contar el panteón con una superficie amplia, “se enterraba a la gente de manera desordenada, además de que los espacios ocupados solían ser más amplios”, añadió.

Así, con el paso del tiempo, el camposanto optó por comenzar a poner orden y colocar las tumbas formadas, de manera que se pudiera enterrar a más gente.

Hoy, se está viendo incluso la posibilidad de comprar un predio extra para extender el terreno del panteón, en tanto que también está la opción de las criptas en donde se depositan las urnas con las cenizas de los muertos, algo que resulta ser más práctico en cuestión de espacio.

Sin embargo, lo ideal sería que la mortandad continuara siendo por causas naturales, ya que el ritmo en que van creciendo los hechos violentos podría ocasionar que los últimos espacios para sepultar dignamente a la gente se terminen.

Por lo pronto, hasta este domingo, se espera que la mayoría de las víctimas hayan sido enterradas tanto en los panteones de Coatzacoalcos como en otros lugares, salvo los dos filipinos que permanecen en espera de que la embajada de su país inicie el proceso de recuperación y envío de los cuerpos a sus familiares. (Fuente: La Jornada)

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