Agencia Reforma

CIUDAD DE MÉXICO.- La renuncia no explicada del Ministro Eduardo Medina Mora, primera en la Suprema Corte en las últimas tres décadas, le da al Presidente Andrés Manuel López Obrador la oportunidad de contar con un bloque más o menos estable de votos para garantizar la permanencia de leyes cruciales para su proyecto de gobierno.

“La designación que sigue es claramente favorable al Ejecutivo, le permite designar a alguien afín a la ideología de su Presidencia, partido y régimen; haciendo menos problemática la implementación de las nuevas políticas, procedimientos y acciones de gobierno, y prórroga su visión de Estado en el órgano cuyos periodos en el ejercicio del cargo son los más longevos del sistema Constitucional”, explicó Raúl Mejía, secretario de estudio y cuenta en la Corte durante quince años.

“La nueva vacante cierra posibilidades para que las acciones de inconstitucionalidad, que requieren ocho de once votos para expulsar normas contrarias a la Constitución, se mantengan como un mecanismo efectivo para asegurar la protección de los derechos humanos, del sistema federal y de los derechos de las minorías”, agregó Leticia Bonifaz, hasta 2018, directora General de Derechos Humanos de la Corte.

Juan Pedro Machado, especialista en derecho administrativo, llamó a evitar “los Medina Mora de la 4T” en nuevos nombramientos, tanto el que se avecina, como el de finales de 2021 para reemplazar a Fernando Franco.

“Espero que sean perfiles alejados de lo que se criticó de Medina Mora (parcial, partidista, confabulado y hasta de dudosa calidad jurídica). Espero que López Obrador se haya percatado que le conviene un tribunal Constitucional imparcial e independiente, no solo de forma sino también de fondo, pues funcionando virtuosamente, tiende a erigirse en legitimador de sus acciones de gobierno de largo plazo”, dijo.

La salida de Medina Mora es relevante, además, por su perfil ideológico, de un conservador moderado que, con sus muchos años de servicio a gobiernos del PAN y el PRI, tenÌa una visión crítica de las acciones de la actual Administración, pero al mismo tiempo entendía las dificultades que enfrentan los funcionarios del Ejecutivo en su labor cotidiana.

Hasta ahora, la Corte no ha discutido la mayorÌa de los casos relevantes para AMLO que han sido impugnados, entre ellos, las leyes de la Guardia Nacional y Extinción de Dominio, la desaparición del Programa Estancias Infantiles, la reconfiguración del Fondo Minero, los Súper Delegados, la comisiones Presidenciales y las controversias por reducción de salarios a órganos autónomos.

En casi todos, el gobierno solo requiere cuatro votos para evitar mayorías invalidantes, pero no todo está escrito. En el caso de la Ley Federal de Remuneraciones, por ejemplo, Juan Luis González Alcántara, nominado por López Obrador, dio el voto decisivo por la invalidez. (Agencia Reforma)

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