El presidente del Consejo Mundial de Boxeo (CMB), Mauricio Sulaimán, terminó haciendo el ridículo en la convención de su organización que se realizó en este destino vacacional.
La CMB y Sulaimán usaron la figura de la leyenda del boxeo, Julio César Chávez, para ‘darle realce’ a su evento, en un deporte de competencia cada vez más falto de credibilidad.
Y para ‘rematar’, la CMB le dio a Chávez el nombramiento de ‘Nohoch Jalach’, lo cual, de entrada, causó tremenda confusión.
No quedaba claro si era un reconocimiento del Consejo Supremo Maya, del gobierno o, de plano, fue una puntada.
Lo que sí es que tal nombramiento de ‘Nohoch Jalach’ no existe y fue un invento al calor de la convención.
Aunque la CMB se burló no solo de la identidad de Quintana Roo, sino de toda la península de Yucatán.
Y al final de cuentas, Sulaimán hizo el ridículo y, de paso, arrastró a Julio César Chávez.