Por Julio César Solís
CANCÚN, MX.- Con 3 mil habitaciones, el megaproyecto Grand Island Cancún (GIC), construirá en cinco años, el equivalente a 10 por ciento de los cuartos de hotel cimentados en el bulevar Kukulcán en casi 50 años de historia de este destino vacacional.
En el desarrollo, del consorcio Bay View Grand (BVG) World, se invertirán mil millones de dólares que serán distribuidos en dos fases, cuya primera concluirá en 2022 y la segunda en 2024.
Dicha obra, se mantuvo por varios años sin avanzar, desde que BVG World compró el predio al Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur) en 2005, esto debido a cambios en la densidad del bosquejo original por parte de autoridades federales y municipales.
Actualmente la zona hotelera cuenta con 88 complejos y 30 mil 839 cuartos, de acuerdo con números del Consejo de Promoción Turística de Quintana Roo (CPTQ).
2005, año de compra del terreno
BVG World adquirió el 10 de marzo de 2005, el lote 56-A-2, Sección A de la segunda etapa de la zona turística de esta ciudad, por un costo de 24 millones 771 mil 119 dólares, para cimentar el proyecto Grand Island Cancún, sobre una superficie de 216,576.45 metros cuadrados.
En esa época, cuando el priísta Francisco Alor Quezada era alcalde de Benito Juárez (Cancún), regidores del Cabildo se opusieron a la edificación del proyecto GIC porque rebasaba la densidad permitida.
Para ello, se realizaron diversos recorridos para constatar la zona de manglar.
El pasado 16 de octubre, en conferencia de prensa junto con el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, la empresa Murano, de Elías, Marcos y Harry Sacal, presentó públicamente Grand Island Cancún, el cual recibirá una de las inversiones hoteleras más grandes en los últimos 30 años.
El financiamiento provendrá del Banco Nacional de Comercio Exterior SNC (Bancomext) y dos instituciones bancarias extranjeras.
Marcos Sacal, Oficial Ejecutivo en Jefe (CEO, por sus siglas en inglés) de Murano, estimó la creación de 7,500 empleos directos durante la construcción y otros 12,000 empleos entre directos e indirectos ya con la operación, para llegar a una totalidad de 20,000 empleos.
GIC también contempla un centro de convenciones, el cual será el más grande de Cancún, previsto para abrir en 2022 con un espacio disponible de 10,000 metros cuadrados.
‘Errores administrativos’ obligaron a Fonatur devolver 83 millones de dólares a BVG World
En 2007, ‘errores administrativos’ en la venta de predios, hecha por el Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur), entonces dirigida por Miguel Gómez Mont ocasionaron resarcimientos por más de 83 millones de pesos a favor de la empresa Bay View Grand World.
Primero desembolsó 42 millones 806 mil 257 pesos a la agencia inmobiliaria BVG World, para recuperar los predios 4-A1, 4-A3 y 4-A4, ubicados en la tercera etapa de la zona hotelera, en playa Coral, conocida popularmente como Mirador 2.
Posteriormente, Fonatur erogó 40 millones 686 mil pesos para que los constructores de Grand Island Cancún regresaran a la densidad anterior, de unos cinco pisos en lugar de 20, como se había pactado al momento de la compra.
Cuando BVG World compró el terreno situado a orillas de la laguna Nichupté el 10 de marzo de 2005, durante la gestión de John McCarthy al frente de Fonatur, la dependencia cobró en aquel momento cobró sobreprecio de 40 millones de pesos para dejar construir un edificio de 20 pisos.
Finalmente, GIC va y divide opiniones
El 5 de julio pasado, el Ayuntamiento de Benito Juárez informó que recibió la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA), otorgada por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), lo que le abre camino para recibir la licencia de construcción, cuyo recibo de pago ha sido entregado.
Ante ello, diversas opiniones surgieron.
El 17 de octubre, el Gobernador de Quintana Roo, Carlos Joaquín González, admitió que no tenía conocimiento del megadesarrollo, y aunque conoce casi todos los que hay en el estado, de ese no tenía información, por lo que dijo investigaba detalles sobre el mismo.
Durante la entrevista, el mandatario estatal expresó que con proyectos de esa magnitud siempre hay peligro de saturación de servicios básicos en la zona hotelera.
“Siempre hay peligro. Por lo menos en los seis años de mi gobierno así debe de ser, que parta primero de una fuente como es una Manifestación de Impacto Ambiental, sin la MIA autorizada difícilmente podrá darse una licencia de construcción”, puntualizó.
La MIA, recordó, tiene la obligación precisamente de verificar la carga que cada inversión tiene sobre el medio ambiente, el suelo, el agua, el aire y si considera que es posible determinado desarrollo puede llevarse a cabo y si no, tiene que modificarse.
En contraste, el titular de la Secretaría Municipal de Ecología y Desarrollo Urbano (SMEyDU), Armando Lara de Nigris, calificó GIC como una oferta de calidad.
Y afirmó estar a favor del proyecto, pues enfatizó que la zona hotelera está diseñada para impactarse.
“Esta es una oferta de alta calidad. La zona hotelera está diseñada para impactarse; la zona hotelera es de lo que vivimos todos, es el destino y la vocación de nuestro Cancún. Todos estamos a favor de que nuestra cara, de lo que vivimos todos crezca”, señaló el pasado 24 de octubre.
Por su lado, Roberto Cintrón, presidente de la Asociación de Hoteles de Cancún, Isla Mujeres y Puerto Morelos, reconoció que existen proyectos que les causa sorpresa como la aprobación del Grand Island Cancún, por la situación que se vive ya en la zona hotelera, pero supone que deben haber considerado muchos elementos como los servicios básicos.
Recordó que con la entrada de plataformas digitales como Airbnb se ha incrementado la renta turística y que con este megaproyecto que tendrá 3 mil habitaciones, se tendrá una densificación mayor.
Apuntó que son las autoridades que autorizaron los permisos, las que deberían responder en qué condiciones se da, tomando en cuenta la saturación de la zona hotelera.
“Hay proyectos que se aprueban, que se autorizan, que a muchos nos causa sorpresa, sobre todo por las dificultades que ya se tienen en la zona hotelera de Cancún, con el cupo que se tiene actualmente y no solamente la capacidad hotelera que hoy, sino también las zonas habitacionales, de casas o departamentos, ya se dedican a la comercialización de habitaciones”, resaltó.
Una vez que la desarrolladora pague el recibo de la licencia de construcción, obtendrá dicho documento y podrá iniciar con la construcción. (Noticaribe)