Por Rafael Briceño
CHETUMAL, MX.- A pesar del Mando Único, la incidencia delictiva registra un aumento en el municipio de Othón P. Blanco en lo que se refiere a daño patrimonial y amenazas de extorsión a autoridades ejidales de la zona de la Ribera del Río Hondo, a quienes personas que argumentan pertenecer a células delictivas pretenden cobrar hasta 30 mil pesos mensuales para garantizarles la seguridad.
El alcalde capitalino, Otoniel Segovia Martínez reconoció que la ciudadanía está vulnerable ante la inseguridad, “y ya no son tiempos de la actuación policíaca únicamente sino que se requiere de la participación de la sociedad”.
El tema no es fácil porque la delincuencia ha crecido, sobre todo en lo que se refiere a robos a casa habitación “y se dice, porque no se ha podido comprobar, que en algunos lugares hay colusión entre policías y delincuentes, y eso hay que combatir”, manifestó.
Aclaró que hay coordinación entre los niveles de gobierno federal, estatal y municipal y en Othón P. Blanco se ha entendido la necesidad de actuar con inteligencia, sobre todo involucrando a la sociedad.
Segovia Martínez reconoció que a diferencia de Othón P. Blanco, es preocupante el número de asesinatos que se ha registrado en el municipio de Bacalar a consecuencia del tráfico de drogas “y eso ha generado un aumento en los índices de violencia”.
Ante el aumento en el número de cateo de domicilios señalados como narcotienditas, aclaró que se toman acciones ante las denuncias que presenta la misma ciudadanía.
Sin embargo, la incidencia delictiva se ha trasladado hacia la zona rural donde autoridades ejidales de la Ribera del Río Hondo han interpuesto denuncias ante la Fiscalía General del Estado por intentos de extorsión y cobros de hasta 30 mil pesos mensuales para garantizarles la seguridad por parte de personas que dicen pertenecer a células delictivas.
Un alcalde, tres delegados y tres presidentes de comisariados ejidales confirmaron ser objeto de amenazas y extorsiones, por lo que han solicitado se refuerce la vigilancia policíaca en la Ribera del Río Hondo. Manifestaron que esta situación tuvo un incremento en los últimos 30 días lo que ha generado una psicosis entre los funcionarios ejidales ante el temor de ser lesionados en lo personal o sus familias. Aseguraron que los delincuentes conocen la rutina de las autoridades ejidales porque estuvieron presentes en una reunión que sostuvieron con personal de la FGE. (Noticaribe)