Agencia Reforma
CIUDAD DE MÉXICO.- El fentanilo, una droga sintética 50 veces más poderosa que la heroína y que provocó la muerte por sobredosis de 47 mil personas en EU entre 2017 y 2018, se ha convertido en uno de los puntos de mayor tensión en la relación de la Administración de Donald Trump con México.
La presión al Gobierno mexicano para que impida que esta droga cruce la frontera norte se incrementó con la llegada del Embajador Christopher Landau a inicios de agosto de este año.
Al diplomático le gusta publicar fotos en Twitter comiendo tacos al pastor en las trajineras de Xochimilco, pero, en privado, en tres reuniones con los más altos funcionarios del Gabinete de seguridad, el mensaje no es tan festivo: “México debe hacer más para frenar el fentanilo”.
Desde la primera reunión en materia de seguridad que tuvo el nuevo Embajador con autoridades mexicanas, incluyendo al Secretario Alfonso Durazo, el Canciller Marcelo Ebrard y los titulares de Marina, Sedena y Guardia Nacional, el pasado 27 de agosto, pidió a México mayores esfuerzos.
La solicitud se repitió en las dos reuniones que sostuvo el Grupo Binacional de Tráfico de Armas, los pasados 8 y 21 de octubre, según informaron funcionarios presentes en los tres encuentros.
Ante esto, las autoridades mexicanas han respondido con la propuesta de establecer un operativo “espejo” en la frontera compartida para que, al tiempo que se detiene la entrada a México de armas, se frene la salida de fentanilo del País.
De acuerdo con la Secretaría de Seguridad, alrededor de 250 mil armas ilegales entran cada año a México, de las cuales el 70 por ciento proviene de EU.
En tanto, autoridades estadounidenses han acudido a Sinaloa para conocer sobre los aseguramientos constantes de laboratorios clandestinos de fentanilo y lo que los militares hallaron en ellos.
En septiembre pasado, un grupo de autoridades de Alabama reveló en Sinaloa que agentes de la DEA colaboraron para incautar un laboratorio de metanfetaminas.
“Sinaloa es una fortaleza para el Cártel de Sinaloa. Alrededor del 90 por ciento de las drogas que ingresan a los Estados Unidos y Alabama son suministradas por Sinaloa”, resumió la delegación de Alabama.
Un narcolaboratorio produce tres toneladas semanales de metanfetamina con ganancias de mil 44 millones de dólares anuales, de acuerdo con estimaciones de los estadounidenses.
Sólo entre el 16 y el 22 de octubre la Sedena desmanteló tres narcolaboratorios en esa entidad. En tanto, la Marina destruyó otros cuatro entre el 27 y el 30 de agosto en distintas localidades de la capital del estado. (Agencia Reforma)