CIUDAD DE MÉXICO.- El Presidente Andrés Manuel López Obrador ha impuesto a personajes afines en organismos reguladores y autónomos.
Los ejemplos más recientes son los de Rosario Piedra Ibarra, integrante de Morena, quien fue electa presidenta de la CNDH por el Senado tras una sugerencia del Presidente; y Loretta Ortiz Ahlf –ex morenista– avalada el miércoles por la Cámara alta como integrante del Consejo de la Judicatura Federal (CJF).
Con excepción del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) y la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece), el marco regulatorio actual, que fue aprobado en otros gobiernos, deja a merced del Ejecutivo las designaciones en los órganos reguladores y autónomos.
El IFT y la Cofece cuentan con un sistema que garantiza la capacidad técnica de las designaciones, ya que para elegir a sus comisionados se forma una comité con los titulares de Banxico-Inegi.
El comité lanza una convocatoria pública con los requisitos, evalúa currícula y experiencia en temas jurídicos y de competencia, y determina quién presenta exámenes. Los cinco mejor calificados son los que tiene que enviar el Presidente al Senado para su aprobación.
Pero en el caso de la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH) y la Comisión Reguladora de Energía (CRE), que se crearon con la reforma energética, así como el Inegi y el Banco de México, es el Presidente el que puede designar a los titulares enviando directamente las ternas al Senado para su elección.
En otros importantes órganos constitucionales autónomos como el Coneval y el INAI las designaciones las realizan los legisladores, pero la decisión puede ser objetada por el Ejecutivo, en cuyo caso se debe proponer otra terna.
“En el caso de los reguladores energéticos (CNH y CRE) sí ha sido otra historia que me parece muy lamentable”, afirmó Fernanda Ballesteros, coordinadora de regulación y competencia en México Evalúa.
Destaca el caso de la CRE, cuyo comisionado presidente renunció en julio y para cubrir ese puesto y de otros comisionados del organismo, el Presidente Andrés Manuel López Obrador envió en dos ocasiones la misma terna al Senado.
“Repetir una terna violenta la división de poderes”, afirmó Ballesteros.
“Lo que ha sido malo es que no se ha entendido la necesidad de que existan estos organismos y lo que se ha querido es centralizar el poder”. (Agencia Reforma)