Muy, pero muy debajo de las expectativas de Quintana Roo ha sido el primer año de Andrés Manuel López Obrador como presidente de México.
En Quintana Roo, López Obrador han tenido un electorado más que leal. De 3-3 ha tenido el tabasqueño en la entidad en sus intentos de ser presidente.
Pero, López Obrador no ha sido equitativo con los quintanarroenses. De entrada, la violencia y la inseguridad siguen siendo la principal preocupación en la entidad.
Si bien la principal actividad económica del estado es el turismo, López Obrador ha arremetido contra la ‘industria sin chimeneas’ al retirar recursos federales para la promoción y una muy lenta, o nula respuesta a la crisis del sargazo.
De hecho, poco parece importarle Quintana Roo a López Obrador al tener como ‘superdelegado’ a Arturo Abreu. Las delegaciones federales simplemente no funcionan. El Gobierno federal es un monstruo esclerótico en la entidad.
Y uno de los daños colaterales de López Obrador es la llegada de personajes como ‘Mara’ Lezama y Laura Beristain que están lejos, peor muy lejos, de ser las autoridades municipales que requieren lugares tan estratégicos como Cancún y la Riviera Maya.
López Obrador acumuló tremenda deuda para los quintanarroenses.