CAMPECHE, MX.- Con la reticencia del Consejo Regional Indígena y Popular de Xpujil (CRIPX) ─agrupación con presencia en casi la mitad de las comunidades de la región─ al proyecto, concluyó la segunda jornada de las asambleas informativas del Tren Maya en la entidad, publicó Proceso.

Durante la asamblea que tuvo lugar en Xpujil, cabecera del municipio de Calakmul, y reunió a autoridades y participantes de más de 80 localidades de la región, el clamor generalizado fue que se les resuelva el problema de la escasez de agua.

“Antes de hablar de cualquier otro proyecto hay que establecer prioridades, y la prioridad aquí es resolver el problema del agua. Si no podemos satisfacer ni las necesidades de agua para el consumo de los pobladores, ¿cómo quieren atender las de todos los turistas que pretenden traer con el tren?”, inquirió uno de los asistentes.

Aunque lo intentó, la directora de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), Blanca Jiménez Cisneros, que estuvo presente en el evento, no atinó a dar una respuesta satisfactoria a ese añejo reclamo porque hasta ahora no hay ningún plan específico para ello.

Otros de los reclamos en torno al Tren Maya fue que en proceso la información que se les da ofrecido a las comunidades es insuficiente y sesgada, pues se les han planteado las bondades pero en ningún momento se les ha dado a conocer los impactos negativos que provocaría el proyecto en cada región y microrregión por donde pasará la vía.

También hubo reproches sobre el método de la consulta pues la información se les está dando a las autoridades de las comunidades para que estos a sus vez la expongan a su gente en lo lugar de haberlo hecho directamente con la población porque les está llegando cortada o distorsionada.

Y en este punto se quejaron también de que la traducción a las lenguas indígenas es mala.

Otra de las inquietudes versó en torno al esquema de financiamiento, o “la fibra” como le han llamado, donde se los representantes gubernamentales explicaron que la inversión del proyecto sería aproximadamente de 60 a 80% aportación del gobierno y el resto capital privado.

“Nos han dicho que 90% será inversión privada y 10% dinero del gobierno federal. ¡Pónganse de acuerdo! Nos están confundiendo”, espetó otro participante.

También exigieron información sobre la manifestación de impacto ambiental, que no está hecha, y pidieron información sobre las estrategias que se implantarán para garantizar la seguridad de los usuarios del tren y para evitar que “el crimen organizado y la mafia” mine el proyecto.

En el debate que se generó, pues muchos lugareños se pronunciaron a favor del proyecto y pidieron a los opositores dejarse de “egoísmos” y no dejar pasar esta oportunidad de desarrollo para la región, que es una de las más pobres de la entidad, los escépticos argumentaron que no están en contra del proyecto pero que falta mucha información para poder emitir una opinión responsable.

Dijeron que al pretender que avalen un proyecto del que no tienen información suficiente, el gobierno está dejando a los ciudadanos una enorme responsabilidad.

También se inconformaron de que el tiempo para el proceso de consulta es “muy corto” y no alcanza para la comunidad pueda informarse con suficiencia para poder deliberar, peor aún que no se han siquiera definido los trazos de la vía y los lugares exactos que se afectarán.

La necesidad que habrá de reubicar algunas comunidades, sobre las cuales no se ofrecieron detalles porque no se ha precisado cuáles serían, también causó ámpula y recordaron que cuando se decretó reserva de la biosfera Calakmul fueron reubicadas comunidades que quedaron dentro de las zonas núcleo y aunque de ello ha transcurrido más de cuarto de siglo, a las familias afectadas no se les han terminado de cumplir los acuerdos del gobierno.

A muchos de ellos ni siquiera se les han entregado los títulos de propiedad de las tierras donde los reubicaron y a los que ya los recibieron se los elaboraron con coordinadas erróneas porque “los trabajos no se hicieron en el campo, sino en las oficinas, en la ciudad de México”.

Añadieron que el proyecto del tren debe ser diseñado “en los escritorios de las oficinas sino en las zonas que pretenden afectar” pues en el caso de Calakmul, Patrimonio Mixto de la Humanidad, es mucho lo que está en riesgo por su biodiversidad y su riqueza arqueológica. (Fuente: Proceso)

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