Si bien el fin de semana, con los registros de Candy Ayuso y Alberto Alonso Ovando, el PRI hizo evocar no tan viejos recuerdos, el caso es que este partido está “dividido”.

Y no es que el PRI-QR padezca pugnas internas, sino que la fuerza de la ex aplanadora se ha dividido entre otros partidos.

Ya en las elecciones de 2018 y 2019, importantes ‘activos’ del PRI acabaron en Morena, como los casos de Marybel Villegas, Edgar Gasca y Erika Castillo, que actualmente tienen cargos de elección popular con el jersey guinda.

Y ahora, la asunción de la dupla Ayuso-Alonso lleva al PRI más hacía el oficialismo estatal, que hacia un rumbo contrario.

En realidad, desde la llegada del actual gobierno estatal -afín al PAN- el PRI-QR no ha sido oposición, quizá por la ‘longitud de las colas’ de muchos de sus dirigentes formales y fácticos, y, tras la debacle de 2016, prefirieron agachar la cabeza que dar la cara.

Y entre Morena y el PAN-Gobierno, el PRI cada vez se divide más en Quintana Roo.

Aunque, en realidad, no muchos lo echarían de menos.

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