Como balde de agua fría cayó que la empresa Península Maya Developments recuperó 53.8 hectáreas de zona protegida Yum Balam, que tiene que ver con la disputa de parcelas en Holbox.
Si bien se trata de un asunto añejo, el interés de empresarios meridanos de apoderarse de Holbox y llevarse por delante un área natural protegida, también es cierto que la 4T ha demostrado hasta el momento que nada o poco le importa la problemática ambiental de Quintana Roo.
Y para muestra basta un botón, o más bien tres.
La 4 T ya lleva 13 meses, y va para 14, y no hay delegados o lo que se le parezca de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) y de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp).
De hecho, el mismo presidente Andrés Manuel Lopez Obrador, en sus propagandísticas ‘mañaneras’, presumió el proyecto ‘Grand Island’, que ambientalmente es más que cuestionable.
En tanto, Quintana Roo sigue esperando alguna autoridad en materia ambiental de la 4T.