Por Julio César Solís

CANCÚN, MX.- Contrario a lo que podría suponerse que la ganancia de las concesiones sea la recuperación de desechos reciclables, el negocio de las empresas Intelligencia México SA de CV y Pimsa está en el volumen de basura que les paga mensualmente el Ayuntamiento de Benito Juárez (Cancún).

La recolección y disposición final de la basura está en un círculo vicioso, pues la ganancia de las compañías es a partir de la cantidad de residuos sólidos que recogen en las calles y depositan en el Centro Intermunicipal de Manejo Integral de Residuos Sólidos (CIMIRS).

Este círculo vicioso provoca que la vida útil de cada una de las celdas del CIMIRS sea menor a los 5 años estipulados por las propias empresas, toda vez que no se cumple con la separación de desechos reutilizables.

Intelligencia México SA de CV, vinculada al ex alcalde sustituto, Carlos Canabal Ruiz, cobra alrededor de 174 millones de pesos anuales; dinero erogado de la comuna.

El importe de servicio es de 371 pesos por tonelada de desechos más Impuesto al Valor Agregado (IVA), lo que en promedio arrojaría una ganancia de 482 mil 300 pesos diarios, o 14 millones 469 mil pesos mensuales, o 173 millones 628 mil pesos anuales, tomando como base un promedio de 1 mil 300 toneladas de basura por día.

Por su lado, Promotora Inmobiliaria Majahual SA de CV (Pimsa), asociada a Grupo Sipse, percibe cerca de 77 millones de pesos mensuales, únicamente de Benito Juárez, bajo un precio de 177.54 pesos por tonelada de basura.

Partiendo de un promedio de mil 300 toneladas diarias de residuos sólidos, Pimsa cobra 213 mil 048 pesos al día, o 6 millones 391 mil 440 pesos mensuales.

Lo que en 12 meses del año significan 76 millones 697 mil 280 pesos.

Ambas compañías, relacionadas con medios de comunicación locales, incumplen con lo establecido dentro de sus respectivos contratos, según reconoció una fuente consultada.

En lo visible, Intelligencia México SA de CV opera con menos camiones recolectores, lo que ocasiona lentitud en el servicio que se retrasa hasta tres días en súpermanzanas, regiones y colonias de Cancún.

También, no realizan una separación de la basura desde la recoja de la misma.

Además, sus trabajadores no cuentan con equipo básico para desempeñar sus labores, lo que constituye un alto riesgo para su propia integridad, como son: guantes de carnaza; uniformes con cintas reflejantes; zapato industrial, y gafete de identificación.

Mientras, Pimsa, mantiene desde hace años CIMIRS al borde de la contingencia ambiental, al colocar desechos a cielo abierto.

La cláusula número VIII del contrato de concesión establece que ‘no debe permitir el depósito de residuos sólidos urbanos fuera del área de tiro, dentro de la planta de separación’.

En tanto, la fracción IX dice ‘no deben ingresar los residuos sólidos urbanos que sean depositados en el área de tiro a la banda de alimentación en el periodo que comprende el mismo día en que fueron entregados’.

Pese a ello, Pimsa no ha sido sancionada por Siresol, que con base en su Reglamento Interno, tiene la obligación de vigilar la correcta operación del CIMIRS. (Noticaribe)

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