VERACRUZ, MX.- María Eugenia Flores lleva nueve años luchando contra el cáncer. Tiene una voz y pensamiento muy claros, aunque su cuerpo muestra los estragos de casi siete décadas de vida y nueve de batallar contra esa mortal enfermedad, publicó Proceso.

“¿Si Dios conmigo, quien contra mí?”, dice, y reprocha que en nueve años ningún gobierno se había retrasado tanto con el surtido de los medicamentos oncológicos. Desde hace mes y medio Flores espera sus medicinas. Jala aire y sostiene que debe salir a batallar y a protestar, para que el gobierno le proporcione los medicamentos que necesita para vivir.

Una hilera de bancos fue colocada en la avenida Juan de la Luz Enríquez, emulando la sala de espera de un hospital veracruzano. Afuera de la entrada principal del palacio de gobierno la vialidad fue sido cerrada. De pie, una señora grita: “Son siete horas de esperar y nadie nos atiende, puras largas. No nos vamos a mover hasta que nos atienda el gobernador”.

Junto al banco de María Eugenia Flores se sentó Karla Arias, quien acudió a la protesta en representación de su hija enferma de leucemia, quien lleva mes y medio esperando una quimioterapia. “La necesita, porque me está recayendo (sic) muy feo. Usted sabe, el sector salud sabe que si no se atiende a los niños ellos recaen, se ponen mal y esto les puede provocar la muerte”.

Alegan desabasto a nivel nacional –apunta Arias–, pero reprocha que además de medicinas faltan los insumos básicos de un hospital y también doctores y residentes.

En el Centro de Cancerología (Cecam) “Miguel Dorantes Meza” de Xalapa hay 250 enfermos de cáncer en el área de pediatría, esperando atención inmediata y urgente. Lo saben los padres de los infantes y los enfermos de cáncer que ya rebasan las cuatro, cinco y seis décadas de vida. “Que se les atienda a ellos y luego vamos nosotros”.

–¿Y hay fecha?

“No la hay, nos dan largas que el medicamento viene en camino, que ya lo están comprando. Que en estos días queda resuelto, que se robaron un lote de medicamentos. Pretextos les han sobrado, pero la atención no llega, y ni el gobernador Cuitláhuac García ni el secretario de Salud, Roberto Ramos Alor, nos dan la cara”, exponen los padres de familia en lluvia de reclamos.

La semana anterior, en entrevista en el puerto de Veracruz, el alcalde panista Fernando Yunes exhortó a Cuitláhuac García y a Ramos Alor “tener un gramo de madre” para atender, como prioridad estatal, la atención de los niños enfermos de cáncer y después ver el resto de carencias que tiene el estado.

Durante la manifestación, los afectados por las carencias del hospital oncológico colocaron una enorme lona con una fotografía grotesca del secretario de Salud, el mismo que se quejó porque a la prensa y a los políticos de oposición “ningún chile les embona”. Ello, luego de que dieron a conocer el desabasto de medicinas y la deficiente infraestructura hospitalaria.

Mientras la protesta transcurría, funcionarios menores y secretarios particulares de directores de área de la Dirección de Política Regional y asistentes de la Oficina del Gobernador “invitaban” a los manifestantes a “romper la protesta” y pasar a dialogar a alguna oficina gubernamental.

Los manifestantes se negaron, porque ya se saben esa receta política de “pasar a alguna oficina” a que un funcionario desconocido sólo les dé falsas promesas.

“Yo llevo nueve años en el Cecam; antes había atraso de una semana o dos, nunca se había visto esto, o no había un doctor y nos llevaban a otro”, expone Flores.

Y, mientras, los asesores y empleados gubernamentales –ataviados en finos trajes y mocasines con un perfecto boleado– no sabían qué hacer.

De Atención Hospitalaria de la Secretaría de Salud llegó la doctora Romana Salazar, quien en forma hosca dijo a los manifestantes: “El desabasto ahorita no es tema”.

“¿Y si esto no es tema en la agenda del gobernador, ¿que sí lo es? ¿la seguridad?, recriminó Karla Arias.

Sin arreglos, la doctora se comprometió a que esta noche “saldría” la vincristina (medicamento) de almacén para suministrarse en los hospitales.

Los quejosos exigieron que esta primera promesa quedara plasmada en un documento rubricado por el titular de la Secretaría de Salud, Roberto Ramos Alor, pero del lado gubernamental ya no hubo respuesta.

La doctora dijo desconocer los motivos por los cuales el secretario de Salud no atendía personalmente a los manifestantes. “No tengo la agenda del doctor, todos tienen su agenda. Se les está atendiendo desde hace varios meses (a los niños)”.

En el último trimestre de 2019 y en lo que va del 2020, enfermos de cáncer y familiares han salido unas 10 veces a protestar en los municipios de Xalapa y del Puerto de Veracruz, ante el caótico desabasto de medicamentos e insumos hospitalarios del sector salud. (Fuente: Proceso)

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