CANCÚN, MX.- El turismo está entrando en una gran crisis por el pánico mundial al coronavirus, de duración y alcance aún desconocido, que está llevando al desplome bursátil continuado desde hace una semana a todos los gigantes del sector. La OMT en colaboración con Oxford Economics realizaron un cálculo preliminar que estima que la crisis del coronavirus costará unos 20.200 millones de euros al sector, según Gloria Guevara, presidenta del Consejo Mundial de Viajes y Turismo; publicó Reportur.
El impacto del coronavirus Covid-19 en el turismo mundial es indudable y las previsiones de las autoridades se basan en experiencias anteriores con crisis similares como la del SARS o el H1N1. También toman como referencia las pérdidas derivadas de los turistas chinos que están dejando de viajar en estas semanas, ha explicado Guevara en una entrevista a El Mundo.
China es el país que más verá afectada su industria turística a causa del virus, pues el turismo representa allí el 11% del PIB y en los últimos años venía creciendo a un ritmo del 7%, ha detallado Guevara. “El 90% de los costes relacionados con este tipo de brotes no son por el virus propiamente dicho, sino por las decisiones y el pánico que se genera entre la población”. De ahí, que haga un llamado a la calma y recomienda que “los ciudadanos sigan viajando, pendientes, eso sí, de todo lo que dice la OMS y las autoridades de sus países”.
Guevara ha precisado que “aún es muy pronto para saber” el alcance de la crisis. Con todo, ha sido crítica con las aerolíneas que han cancelado sus vuelos a China, pues cree que lo hicieron no tanto por el propio virus, sino por la falta de demanda.
La Organización Mundial de Turismo (OMT) y la Organización Mundial de la Salud (OMS) a través de un comunicado conjunto le han pedido al sector turístico que su respuesta al brote del coronavirus sea “medida, coherente y proporcionada” a la amenaza que supone para la salud pública.
Cerrar fronteras, prohibir los viajes en general y políticas gubernamentales más extremas no detendrá la propagación del coronavirus, afirmó el Consejo Mundial de Viajes y Turismo (WTTC). Guevara, ha pedido a los gobiernos y a las autoridades de todo el mundo que no reaccionen exageradamente con medidas desproporcionadas en un intento de controlar el Covid-19.Guevara aseguró que “los gobiernos y los que tienen autoridad no deben tratar de ahogar los viajes y el comercio en este momento. Cerrar fronteras, imponer prohibiciones generales de viaje y aplicar políticas extremas no son la respuesta para detener la propagación del coronavirus.
Sostuvo que “la experiencia pasada, demuestra que tomar medidas tan extremas ha sido ineficaz en el mejor de los casos. Instamos a los gobiernos a que exploren medidas basadas en hechos que no afecten a la gran mayoría de las personas y empresas para las que los viajes son esenciales”.
El impacto del coronavirus sobre las empresas es ya global con cancelaciones de viajes, actos públicos, ajustes temporales de empleo y caídas de ingresos. Uno de los casos más extremos en España es el de la aseguradora Zurich, que ha cancelado todos los viajes de sus 2.000 empleados tanto dentro como fuera de España y obliga a los que estén en un desplazamiento a que regresen .
En Europa destaca la propuesta de Lufthansa, que ha ofrecido a su plantilla permisos sin sueldo para contrarrestar los efectos negativos de la cancelación de vuelos a China, que dejará 13 aviones en tierra. Otras empresas como el BBVA han cancelado los viajes de sus empleados a las cuatro regiones italianas afectadas, a Japón, Irán, Corea del Sur, Singapur y China. Deutsche Bank canceló también todos los viajes a Italia.
Fuentes de Abertis, Naturgy, Endesa, Mapfre, Iberdrola, Repsol o Fluidra aseguraron este miércoles también que han restringido los viajes de sus directivos y empleados. Por ejemplo, en Endesa, que es propiedad de la italiana Enel, se han restringido al máximo los viajes de todos los directivos a Italia, según reconoció el consejero delegado de Endesa, José Bogas. UBS y Goldman Sachs también han restringido los desplazamientos de sus empleados.
China, de su lado, confía en tener la epidemia bajo control a finales de abril. El reputado neumólogo Zhong Nanshan, jefe del equipo de expertos médicos de la Comisión Nacional de Salud de China, ha señalado que su país confía en tener el brote de coronavirus bajo control a finales de abril, tal como estaba previsto.
“China tiene la confianza en tener el brote bajo control, en términos generales, para finales de abril”, ha señalado hoy Zhong en una rueda de prensa en Cantón en la que ha señalado que “aunque hubo un gran brote en Wuhan, este no se ha extendido masivamente a otras ciudades”.
El especialista en enfermedades respiratorias ha detallado que el número de casos en China comenzó a disminuir después del 15 de febrero: “Ya dijimos que el pico debía tener lugar a mediados o finales de febrero dada la fuerte intervención del Estado y por las cancelaciones de viajes tras las vacaciones del Año Nuevo chino”. Hasta ahora hay 2.744 fallecidos en China y 78.497 casos confirmados, según el último balance ofrecido por la comisión.
La Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) calcula que los ingresos del transporte aéreo mundial se reducirán un 5% este año, lo que supone 29.300 millones de dólares menos (unos 27.000 millones de euros), mientras que la OPEP ha rebajado la demanda mundial de petróleo un 19%, a 100,73 millones de barriles diarios.
La entrada del negocio del turismo en una gran crisis por el pánico mundial al coronavirus se aprecia también en los desplomes bursátiles que desde hace días afectan a todas las grandes aerolíneas, operadores y hoteleras, como las americanas, europeas y asiáticas.
IAG, la matriz de Iberia, Vueling y British Airways ha sido una de ellas, igual que Ryanair, Easyjet, Air France-KLM o Lufthansa, de la misma manera que Meliá, NH, Amadeus, Dreams, Despegar o Tui, en especial desde hace una semana, afectando también a grandes hundimientos bursátiles a Booking, Expedia, Delta, United, Continental, Hilton, Wyndham o Marriott.
En Mallorca, cuna del turismo vacacional, sus hoteles, según Última Hora, padecen que en los mercados emisores europeos se han frenado, ya que las reservas para la Semana Santa están prácticamente paralizadas y hay un goteo continuo de cancelaciones, según señalan pequeñas, medianas y grandes cadenas hoteleras.
La vicepresidenta ejecutiva de la patronal hotelera, María José Aguiló, puntualizó este miércoles: “Las ventas están ralentizadas a nivel global y las causas son muy variadas. Somos un destino seguro sanitariamente, pero nos estamos viendo perjudicados por un cúmulo de circunstancias”.
Los grupos turísticos Globalia y Barceló, que cuentan con touroperadores y agencias, están también padeciendo en estos momentos los efectos de esta crisis sanitaria en los mercados emisores, a los que ahora hay que sumar el español. “No hay movimiento y esto afecta a toda la cadena turística”, apuntaron representantes de estos grupos con sede en Mallorca.
Además, las autoridades estadounidenses asestaron un gran golpe al turismo mundial, pues ante la alarma por el coronavirus la Administración que preside Donald Trump hizo un llamamiento a las empresas y centros públicos a evitar viajes y grandes reuniones.
La emergencia sanitaria mundial por el brote del coronavirus, también conocido como Covid-19, ha extendido sus efectos al calendario de eventos y congresos aunque en ciudades europeas como Berlín, donde se celebra la feria del turismo ITB del 4 al 8 de marzo, se mantiene sin cambios pese a que algunas empresas han limitado su presencia.
El coronavirus ha convulsionado a la industria turística mundial, con las grandes cadenas hoteleras y plataformas digitales como Booking viéndose obligadas a cancelar las reservaciones en el país asiático, mientras Hotelbeds, de su lado, se ha convertido como uno de los grandes bedbanks que más se está viendo afectada dada su destacada exposición en el prometedor continente tras la millonaria absorción que hicieron hace unos años de su entonces rival GTA.
Una suma de factores, como reveló preferente.com en un análisis, amenaza a la industria turística con acercarla a una crisis de dimensión y duración aún desconocida, que puede ser pequeña y breve, aunque también más abultada y larga, tras el pánico mundial desatado por los contagios de coronavirus que han provocado la mayor cifra de cancelaciones de vuelos jamás registrada, con el cierre de las conexiones aéreas con el país más poblado del planeta como es China.
La industria turística afronta una confluencia de amenazas inédita –compuesta por una alarma sanitaria mundial; la escasez de aviones por la crisis del Boeing 737 Max; la demonización social de los viajes; las ofensivas mediáticas exageradas y hasta falsas; las catástrofes climáticas; los impuestos a Sector; las quiebras de operadores y aerolíneas; y la inestabilidad política y desaceleración económica de los grandes mercados– que hace vislumbrar como mínimo una contracción mundial para el negocio turístico. (Fuente: Reportur)