Agencia Reforma
CIUDAD DE MÉXICO.- Pese a tener pruebas como videos, confesiones expresas, sangre en las pertenencias de los agresores y haber identificado los lugares de los crímenes, las autoridades dejaron en libertad a feminicidas por irregularidades y negligencia.
La investigación “Feminicidas libres” publicada ayer por Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI) da cuenta de la incompetencia observada para obtener condena contra quienes mataron de manera violenta a decenas de mujeres.
De 2012 a 2018 fueron reportados 3 mil 56 feminicidios en todo el paÌs; de ese total detuvieron en siete años a mil 732 sospechosos, y sólo se logró condenar a 739 feminicidas; sin embargo 105 fueron declarados inocentes, señala.
MCCI solicitó las versiones públicas de esas sentencias absolutorias, pero únicamente consiguió transparentar 18 de ellas.
Gracias a estos documentos la organización da cuenta de ‘aberraciones’ de la policía, descuidos de la cadena de custodia de las pruebas, incompetencia de la fiscalÌa e ‘incomprensibles’ decisiones de los jueces.
“A partir de ese universo que no llega ni a la veintena, se pueden sostener que todas las liberaciones ocurrieron por fallas al debido proceso y no por dudas fundadas sobre la responsabilidad del inculpado. Todas. En las 18 carpetas hay indicios, evidencias, testimonios, videos, objetos, vehículos, escenas del crimen, dictámenes periciales y elementos que, de haberse procurado correctamente, habrían bastado para que las víctimas de esos feminicidios tuvieran justicia”, sentencia.
“La otra cosa que se puede concluir a partir de esos casos, es que el feminicidio no solo es perpetrado por una persona, sino encubierto por todo el sistema de justicia de los estados, que encima reserva los expedientes donde quedarÌa evidenciada su impericia y negligencia”.
Además, MCCI contabilizó otros 2 mil 646 crímenes que cumplían con las características para ser investigados como feminicidios, y que sólo fueron reconocidos como homicidios dolosos.
El reportaje revela que un total de 46 de cada 100 asesinatos de mujeres debieron ser considerados feminicidios.
La organización resalta que existían elementos como signos de violencia sexual; lesiones o mutilaciones; antecedentes de violencia; relación entre la víctima y el victimario o amenazas previas al asesinato; que debieron ser consideradas a la hora de tipificar el delito.
MCCI detectó que “el limbo en los registros de feminicidios es sólo uno de los peldaños en la cadena de irregularidades”, pues en casos correctamente tipificados también hubo grandes deficiencias. (Agencia Reforma)