CIUDAD DE MÉXICO, MX.- “Este tren viene fallando del aire (tubería de equilibrio). Estoy viendo en mi manómetro la presión del aire y sube constantemente”, advirtió el conductor del tren 33 del Metro a la jefa reguladora en turno, minutos antes de la colisión del martes en la noche, donde perdió la vida una persona y 41 resultaron heridas en la estación del Metro Tacubaya de la Línea 1, publicó El Financiero.
Ante este informe –que según trabajadores del Sistema de Transporte Colectivo (STC) amerita, como protocolo oficial, el desalojo del tren en la siguiente estación y el arrastre a las llamadas “terceras vías”, a fin de que en la madrugada los vuelvan a arrastrar hasta el taller de Ignacio Zaragoza–, la jefa reguladora en turno autorizó al conductor continuar con el servicio hasta Observatorio.
En este caso, en la Línea 1 del Metro, hay dos puntos para estacionar trenes que presentan fallas, o “terceras vías”.
“Ese tren que presentó fallas se debió haber sacado de circulación en ‘zona plana’, ya sea en las estaciones Salto del Agua o Pino Suárez, donde hay una ‘tercera vía’, que es la de revisión o mantenimiento. Ahí tuvieron que haber dejado ese tren. El protocolo marca que en estos casos se debe hacer un desalojo de convoy y sacarlo de la vía”, señala un trabajador del Metro del Área de Mantenimiento.
De acuerdo con una bitácora interna de trabajadores del Metro –que manejan específicamente conductores, operadores y personal de mantenimiento–, a los pocos minutos de que el conductor del tren número 33 advierte de esa falla, se informa a la jefa reguladora en turno que había caído un objeto en las vías, por lo que autoriza quitar la energía de la barra central para remover ese objeto.
Cuando la jefa ordena esto, el tren 33 que venía fallando del sistema de aire estaba ubicado en la rampa que sube de Tacubaya a la terminal Observatorio. Al quitar la energía, dejan de funcionar los equipos de los trenes.
Trabajadores del Metro comentan a El Financiero que “el aire en todos los trenes tarda en acabarse, pero en ese que venía fallando se acaba más rápido, provocando que se empezara a deslizar hacia atrás, bajando en caída libre de reversa”.
“Cuando uno se empieza a quedar sin aire, en una rampa por protocolo, tiene que aplicar los frenos de mano que tiene cada vagón, los cuales funcionan de manera mecánica. Precisamente funcionan cuando el Metro no tiene aire, pero aquí fue tan rápido que no dio oportunidad de poner esos frenos de mano”, indica un conductor.