CIUDAD DE MÉXICO.- El petróleo mexicano perdió 12.88 por ciento, a 14.67 dólares por barril, de acuerdo con información de Petróleos Mexicanos (Pemex) publicada este jueves.
La caída de la mezcla nacional se reporta luego de que la agencia calificadora rebajara la calificación soberana de México a ‘BBB’, desde ‘BBB+’ al prever un impacto pronunciado en la economía por la propagación del coronavirus.
En el mercado internacional, el WTI bajó 7.72 por ciento, a los 22.60 dólares por barril, y el Brent cayó 1.42 por ciento para terminar en 27 dólares por barril.
La guerra de precios del petróleo lleva semanas desde su inicio y se ha convertido en la peor caída del sector en esta generación.
Para el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, la crisis sigue siendo de baja prioridad, pues ha expresado continuamente su satisfacción con la gasolina barata. Además, la agenda de Trump ha sido consumida por la pandemia del coronavirus, dijeron a Bloomberg personas familiarizadas con la situación.
Mientras que el miércoles el secretario de Estado de EU, Mike Pompeo, tomó las medidas más fuertes para calmar el mercado, presionando a Arabia Saudita para que reduzca su aumento de producción, el nación de medio oriente no ha mostrado signos de disminuir su nivel.
Ahora, con miles de empleos petroleros en la balanza y la industria shale de EU agitada, cualquier acción del propio Trump puede ser demasiado pequeña y llegar demasiado tarde.
La recesión del petróleo ha pasado rápidamente de un simple caso de mucho suministro al peor de los casos de destrucción total de la demanda, un problema mucho más difícil de resolver desde la Oficina Oval de EU.
“La ventana para que Trump presione a los sauditas y/o rusos para que corten el suministro de petróleo puede haberse cerrado la semana pasada”, dijo Ellen Wald, miembro senior no residente del Consejo Atlántico. “Ahora, con la mayor parte de Europa, Estados Unidos e India cerrando sus economías y emitiendo directivas para quedarse en casa, el colapso de la demanda es la gran historia”. (Fuente: El Financiero)