CANCÚN, MX.- Indigentes y limosneros siguen siendo una población olvidada, pandemia o no, al continuar durmiendo en las calles o pidiendo dádivas en las afueras de supermercados. El único cambio es que aquellos que se apostaban afuera de centros comerciales también han tenido que trasladarse a algún supermercado.
Interrogados, muchos dicen no saber si ellos están contemplados en algún tipo de ayuda gubernamental, durante la actual emergencia sanitaria, pero hasta ahora no hay noticias ni de apoyo ni de refugios.
Con salud precaria, de edad avanzada, sin seguro, muchos sin familiares a quienes acudir, son una población altamente vulnerable al coronavirus COVID-19, pudiendo ser un foco de contagio, pero ellos mencionan que solo piensan sobrevivir.
María, una mujer mayor que pide limosna afuera de un Chedraui en la Xcaret con Kabah, dijo no temerle al virus, pues ella es una “hermana de Cristo” y él la protege.
“Dios me ayudará, yo aquí siempre oro. Oro por la familia, oro por los hijos… oro tanto”, comentó.
Ella dice que permanece en la entrada de este supermercado de las 8 de la mañana a las 5 de la tarde y dice que todavía se ve gente entrando y saliendo.
No tiene planes para guarecerse, ni un lugar donde hacerlo.
“Seguiré en la calle. Yo predico la palabra de Dios”, afirmó. (Agencia SIM)