CANCÚN, MX.- El gobernador Carlos Joaquín González deslindó a la Secretaría de Salud del aparente “disparo” en los casos positivos de coronavirus Covid-19, que del jueves al domingo pasados subieron de 55 a 86 y las defunciones por esa causa de una a cuatro.

Si bien, dijo que “los números de la epidemia en Quintana Roo son claros” y se ajustan a lo que se esperaba, precisó que el aumento reportado en los últimos días es derivado del gran número de pruebas que se aplicaron en el IMSS, que no se analizan en el Estado, sino que se envían a la Ciudad de México, de modo que no se puede dar una respuesta inmediata, como el laboratorio estatal.

Se les juntaron muchas pruebas que no llegaron en el tiempo normal y, cuando finalmente dieron los resultados, reflejan en general el crecimiento se ha venido dando en números importantes, añadió en entrevista para el noticiero matutino Origen.

Nosotros, en cambio, estamos haciendo la totalidad de las pruebas que deben hacerse y damos la información absoluta y total, añadió. Ya habrá tiempo para explicar cómo se generan esas pruebas.

Carlos Joaquín explicó que las pruebas que se usan en el Estado son las que oficialmente deben aplicarse, las cuales se corren en el laboratorio y tienen respuesta en determinado número de horas.

Tenemos un laboratorio que brinda información desde el comienzo de la contingencia, que cumple los requisitos de la Secretaría de Salud, que tiene más de 98 por ciento de eficiencia. Las pruebas que se aplican se ajustan a las condiciones del Estado, continuó.

Al referirse al debate por las pruebas rápidas, recordó que los epidemiólogos han dicho oficialmente que no se deben emplear porque pueden dar “falsos negativos”, es decir, dan positivo mientras no haya ciertas condiciones médicas y clínicas, de modo que pueden generar una respuesta negativa cuando en realidad la persona está enferma. Por eso, la Secretaría de Salud recomienda no usarlas.

Todas las pruebas que se han hecho en otros países son las que se aplican en el Estado, prosiguió. Muchos hablan de Corea del Sur, que llegó a casi 600 mil pruebas de un universo de 52 millones de habitantes, pero eso responde a condiciones especiales, manifestó.

En el caso del debate entre las pruebas rápidas y las normales es por el tipo de conclusiones, que en el primer caso ofrecen “falsos negativos” y hay quien considera que son pruebas genéricas que también se pueden usar para tifoidea y otro tipo de enfermedades, de modo que los especialistas consideran que no reúnen las condiciones para dar los resultados que deben dar y que por eso podrían generar más problemas. (Infoqroo)

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