Por Saraí Reyes

CANCÚN, MX.- El delegado federal en Quintana Roo, Arturo Abreu Marín, afirmó que existen vías jurídicas que podrían revertir el proyecto hotelero del Gran Solaris que se construye junto a playa Delfines, al destacar que el gobierno federal “tiene la última palabra” para frenarlo y evitar que se acaben con las ventanas al mar en Cancún.

Lo anterior, luego de que ciudadanos se inconformaran por dicha obra que además de construirse en una zona emblemática de Cancún, propicia una sobredensificación a la zona hotelera con sus más de 450 cuartos proyectados y que fueron autorizados en la administración municipal pasada, al contar con los permisos de Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) otorgados por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), mismo que vence el próximo mes de septiembre.

“Todavía hay acciones de tipo jurídico, no podemos hacer oídos sordos a lo que el pueblo dice, aunque el propietario argumente que fue una compra legal, pero tanto que no creemos que haya sido otorgado honradamente los permisos que dio Fonatu y Semarnat, y creemos que ahí hubieron actos de corrupción y los permisos que obtuvieron no fueron transparentes”, explicó.

“Para beneficio del pueblo me gustaría que se revocaran los permisos, pero esto tiene que ser por la vía judicial, de otra forma ya no hay opción”, aseguró.

Abreu Marín, agregó que han hecho llegar a la Federación las inconformidades del pueblo, al recordar que desde el 2017 aprobó la Semarnat la manifestación de impacto ambiental y que el gobierno municipal otorgó la licencia de construcción, pues incluso este último pudo haber frenado los permisos para evitar que se diera el ecocidio en playa Delfines.

“Yo no puedo llegar y clausurar la obra, se tienen que seguir los procesos de ley para encontrar las irregularidades y en su caso proceder contra los responsables para haya un precedente de que el gobierno no tolera estas situaciones”, finalizó. (Noticaribe)

Comentarios en Facebook