CANCÚN, MX.- A pesar de ya existir una pandemia, los encuestadores contratados por el INEGI fueron obligados a continuar con sus visitas casa por casa, hasta el 31 de marzo, fecha en la que feneció su contrato y en la que quedaron sin ISSSTE, denunció una ex supervisora, que dijo saber de tres personas que enfermaron con COVID-19.
En entrevista, la mujer, que se identificó como Lorena, recordó que en varias ocasiones, los encuestadores insistían en que se suspendiera el censo, en vista del virus, en especial porque les tocaba ir a residenciales con extranjeros que llegaban por la plataforma Airbnb, en momentos en que se estaba en fase de importación.
“Muchas veces se luchó para que se suspendiera, pero nos decían que por órdenes de Aguascalientes (las oficinas centrales) debíamos seguir hasta el 31”, relató. “Los supervisores todavía seguimos hasta el 3 de abril, todos aglomerados en la biblioteca pública”.
El 31 de marzo, último día del contrato, también fue el último día en que gozaron de ISSSTE. Posteriormente, se enteró de tres ex encuestadores que enfermaron de coronavirus, dos hombres y una mujer.
“No los conocí, solo me enteré. De ellos supe de un joven y la señora, que se recuperaron, pero del otro chavo ya no supe más”, añadió.
Ya en las últimas fechas, se topaban con muchas puertas cerradas, e incluso fraccionamientos que ya les prohibían la entrada por lo que el censo quedó inconcluso. A una encuestadora le arrojaron cloro, cuando acudió a los departamentos California, en la Luna, y a otra la amenazaron con expulsarla con la policía.
“La RA (responsable de área) quedó de investigar y dijo que les indicaría que hicieran el censo por internet, pero la gente se rehusaba. Había mucha desidia”, acotó.
Por otro lado, Lorena reveló que una amiga suya de la secundaria falleció a causa del COVID-19. Solo supo cuando se había enfermado y cinco días después su madre confirmó el deceso.
“Nunca pudieron verla, solo le informaron que había fallecido y le entregaron las cenizas”, comentó; tampoco hubo velorio.
Esta joven, de 25 años de edad, padecía de asma, motivo por el que se aisló desde el inicio de la contingencia sanitaria, pero de alguna manera igual se contagió. (Agencia SIM)