Hoy Mara Lezama anunció con bombo y platillo la suspensión de la construcción del cuestionado hotel Gran Solaris junto a playa Delfines de Cancún.
Una decisión polémica por cancelar (aún no sabemos si de manera permanente) una inversión hotelera en momentos en que se necesitan empleos en Quintana Roo.
Pero a la vez una disposición acorde a lo que muchos sectores reclamaban para este proyecto dada la opacidad y presuntas irregularidades en el otorgamiento de la licencia de construcción durante la anterior administración.
El proyecto había provocado el enojo de muchos cancunenses, ya que representaba una amenaza para la emblemática playa Delfines que es quizá la más importante y conocida ventana al mar de la sbredensificada Zona Hotelera.
La suspensión de la obra, aunque polémica, quizá sea lo mejor que pudo hacer la Alcaldesa morenista, muchas veces cuestionada en el pasado por su proclividad a defender los intereses particulares por encima de los de la ciudadanía.
Sin embargo, Mara Lezama es mujer de claroscuros.
Ayer, en una sesión de Cabildo virtual, la Alcaldesa dejó sin aclarar si el Ayuntamiento de Benito Juárez emitió un aval para la instalación de nuevos casinos en Cancún cuando los regidores no han sido convocados para discutir este tema.
El regidor José Luis Acosta Toledo, le preguntó de manera directa sobre si el Ayuntamiento emitió un aval para un casino en específico que se instalaría en la Zona Hotelera, pero Mara Lezama evadió contestar.
En su defensa, salió rápidamente el secretario del Ayuntamiento, Jorge Carlos Aguilar Osorio, sólo para verse mal. Pero la Alcaldesa no dijo ni sí ni no.
¿Tendrá Mara Lezama algo que ocultar en su relación con los casinos?