Cuando México aún registra los más altos casos de contagios y los decesos todavía no muestran una tendencia a la baja, el Presidente Obrador decidió hoy dar el ‘banderazo’ a la ‘nueva normalidad’ e iniciar la reapertura paulatina de las actividades económicas del país.

Hasta ayer, México se encontraba en séptimo lugar mundial por número de muertos. Y ayer mismo se reportaron más de 300 nuevos contagios, lo que no cuadra precisamente con el aplanamiento de la curva.

Sin embargo, hay que agradecer al Presidente Obrador su sinceridad al reconocer, hoy en la mañanera que se transmitió desde la Ciudad Militar de Isla Mujeres, que la reapertura se da por urgencias económicas y no por una valoración de salud pública.

Las cifras oficiales muestran que casi todo México está aún en color rojo y los países más afectados por la pandemia del coronavirus no iniciaron la reapertura de sus economías cuando se encontraban en el punto más alto de los contagios, salvo nosotros.

Así las cosas, el mensaje que se envía es que es preferible arriesgarse al contagio que morirse de inanición.

Como en muchas otras ocasiones, queda en manos del ciudadano y no del gobierno procurar por su propia salud.

Primero la maltrecha economía. Después, la salud.

Eso sí, con la reapertura apresurada, muchos podrían quedarse en el camino.

Cuídese, que no sea usted.

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